Están los 23, pero Bustos, Andrade y Soko llegan justos
Por primera vez Rozada ha podido entrenar con la totalidad de la plantilla a sus órdenes. Los dos lesionados y el recién llegado jugaron medio partidillo
La visita a Lezama es, teóricamente, la más difícil de la primera fase de la liga que debe afrontar el Racing. Ambos son, con respeto a las opciones del Sanse e, incluso, del Amorebieta, los dos grandes favoritos a luchar por la primera plaza en el Subgrupo 2A y se medirán el domingo a las 12:00. Para el equipo cántabro,que ha recibido a muchos jugadores en las tres últimas semanas, el partido llega demasiado pronto pero, al menos, Javi Rozada ha podido contar hoy con la totalidad de los jugadores de su plantilla, 23, a sus órdenes.
No todos, sin embargo, están en perfecto estado de revista: Pablo Andrade y Álvaro Bustos, que acabaron cojos el partido frente al Portugalete, con dolencias en la rodilla izquierda y el tobillo izquierdo, respectivamente, han jugado solo la segunda parte del partidillo. La primera la siguieron sentados en el banquillo junto al recién llegado Patrick Soko, todavía con el sueño cambiado. También el camerunés participó únicamente en los 30' finales del entrenamiento. Los tres estarán a disposición de Rozada para el domingo puesto que la ficha de Soko ya ha cumplido todos los trámites federativos. Además de los 23 futbolistas del primer equipo (y Zárraga, que siempre entrena con ellos), han participado en la sesión el lateral derecho del filial, Diego Rodríguez, y el central Jorrín.
Por lo visto en el entrenamiento, Rozada sigue siendo partidario de mantener la apuesta por jugar con tres centrales, aunque cambiado a Óscar Gil por Mantilla y alternando el inicio del juego en corto, que no funcionó la semana pasada, con diagonales en largo en busca de los puntas.
Nada más acabar el entrenamiento, Patrick Soko se desplazó a El Sardinero para protagonizar el protocolario acto de presentación oficial. Simpático y con un muy buen dominio del castellano, con acento mejicano, el extremo camerunés confesó estar muy cansado tras su periplo de los dos últimos días, agradeció al club los esfuerzos que ha hecho para resolver todas las trabas burocráticas encontradas durante un mes para poder venir a España y se definió como "un jugador al que le gusta mucho la profundidad y puedo jugar de volante por los dos lados y también como mediapunta. Llego tarde con respecto a los compañeros, pero cuando el equipo me necesite estaré listo para lo que viene, que es el ascenso".