Molinero: "Me cegué con volver a Gijón, no pudo darse y ya está"
El futbolista toledano, que se ve "fuerta mental y físicamente", se entrena en solitario después de ver frustrada una renovación acordada de forma verbal
"Mi hija, cuando ve fútbol, me dice 'Papá, Sporting?; me rió pero por dentro me duele", contaba Francisco Molinero, que sigue entrenándose en solitario en su casa porque está dispuesto a seguir sumando temporadas a su ya dilatada carrera. "Me cegué con volver a Gijón; no pudo darse y ya está", apuntaba en una entrevista concedida a COPE Asturias.
"No tengo ganas de hacer polémica, el mercado se cerró y soy agente libre, estoy entrenando, me veo fuerte mental y físicamente, con ganas. Me va quedando menos, pero el día que lo tenga que dejar me gustaría que fuera de otra manera, no así. Durante 17 años de profesional creo que me he ganado el derecho a que el día que lo deje sea saliendo del terreno de juego y no de esta manera. Me veo bien, con ganas y a ver lo que pasa en adelante", explicó Molinero que al final no pudo ver sellado el acuerdo verbal que tenía con el Sporting para añadir una temporada más a ls dos que vivió con la camiseta rojiblanca.
Sin reproche alguno y mostrando todo el afecto que le guarda al Sporting, Francisco Molinero (Ontígola, Toledo, 1985) hizo gala en la entrevista de la profesionalidad que ha mostrado en sus 16 temporadas desde que dio sus primeros pasos en el Atlético de Madrid. Al club colchonero le siguieron en su trayectoria los siguientes clubes: Málaga, Mallorca, Levante, Huesca, Murcia, Betis y Getafe, antes de llegar al Sporting. En total 410 partidos como profesional y dos ascensos a Primera, con el Betis y el Getafe.
El tope salarial impidió que cristalizase su acuerdo para renovar por el Sporting. "Lo que ha pasado ya se ha visto y no voy a guardar rencor a nadie. En esto del fútbol no se sabe lo que va a pasar. Estos dos años me han marcado mucho. Siempre voy a tener un cariño especial porque hay mucha gente especial allí", asegura Molinero.
Y añadió: "Hablaron conmigo al acabar la temporada, yo tenía tantas cosas positivas en la balanza para continuar que tuve esa paciencia de esperar. Me cegué en volver a Gijón porque es lo que quería, me sentía querido en el club y muy identificado con los valores del club y el sentimiento que hay. No voy a entrar más en detalles".
Tanto fue así que su trabajo en casa lo hizo con el plan de pretemporada del Sporting. Molinero trabaja en su residencia en Murcia con un entrenador personal. "No hay que parar", dice. Y se resiste a descartar incluso una vuelta al equipo gijonés. "A un club como el Sporting siempre hay que tenerlo en cuenta siempre y más cuando prácticamente me he sentido como que iba a estar allí. Ahora me toca seguir entrenando y con ganas de estar en un vestuario, no sé donde". El defensa dice estar "abierto a lo que sea y veremos lo que pueda pasar en el futuro".
Eso sí, está seguro de que pronto volverá a Gijón, "a ver a mis compañeros, a mis amigos". En este sentido les puso algunos nombres y apellidos. "Con Carmona, con Javi Fuego hablo todos los días, con Diego (Mariño), con Pablo (Pérez) también. Tengo que ir, que me deben alguna comida y alguna cena. Son unos grandes capitanes, son ejemplos a seguir", según él en un equipo al que sigue jornada a jornada. "Me dolió mucho la derrota en el derbi", confiesa.