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Bua y Rober Ibáñez, incógnitas cercanas al retorno en el Leganés

Casi inéditos esta temporada, ambos podrían estar disponibles ya esta semana. Hay muchas expectativas depositadas en ambos. Bua, el único jugador de campo que no ha jugado aún.

Bua y Rober Ibáñez, incógnitas cercanas al retorno en el Leganés
PEPE ANDRESDIARIO AS

Dos incógnitas recorren Butarque. Una tiene nombre valenciano. La otra es de origen hispano-suizo. Rober Ibáñez y Kevin Bua se han convertido en ausencias recurrentes en este arranque de temporada con el Leganés. Bien por lesión, bien por falta de adaptación, uno y otro apenas han estado a disposición de José Luis Martí. Los dos son piezas llamadas a tener un rol relevante. Recursos clave ante los que se abre cierta esperanza de que puedan jugar ya en los siguientes duelos.

Al menos uno y otro ya se han entrenado con el grupo y, a la espera de que Martí lo confirme, podrían quizá estar disponibles al menos para ser convocados pasado mañana contra el Zaragoza. En caso de optar por una vía conservadora, puede que su presencia se posponga al domingo frente al Oviedo.

Sea como fuere, de confirmarse su alta será una magnífica noticia para este Leganés ambicioso, pero necesitado de equilibrio en todas sus posiciones. También en las alas. Ése es trabajo que, por ejemplo, Rober Ibáñez sabe ejecutar. Ya en lo poco que se le pudo ver como pepinero en Primera División dejó destellos de amplio recorrido. Hacia adelante. También hacia atrás.

En pretemporada Ibáñez dejó buenas muestras lo que puede aportar y se convirtió en uno de los fichajes llamativos. Hasta que los problemas físicos lo dejaron KO desde la segunda jornada y tuvo que volver a ponerse a punto. En el debut, ante Las Palmas, Rober fue titular, pero fue sustituido al descanso para dar entrada a Javier Avilés en un partido plano que pedía a gritos la electricidad del canterano. Desde entonces, la ausencia.

Algo similar le sucede a Kevin Bua, sólo que con más expectativas bajo sus hombros. Primero, porque aún no se le ha podido ver con la camiseta del Leganés. Ni siquiera de titular. Fichado el 19 de septiembre, un mes más tarde el futbolista no ha tenido ocasión de jugar por su falta de adaptación física. Él mismo lo confesó durante su presentación. Necesitaba tiempo. Y se le ha dado.

Ahora entrena con el grupo alimentando el anhelo de verle de pepinero. Firmado desde el Basilea suizo, el pedigrí de su pasado reciente invita a pensar que puede ser un jugador relevante pegado a su posición natural, la banda izquierda. Ahí, cierto es, cuenta con la competencia de dura de un José Arnáiz cada vez más crecido. Pese a ello, el respetable tiene ganas de verle debutando en una plantilla en la que es el único jugador de campo que aún no ha tenido minutos.