El Oviedo llegaba a Girona con las mejores perspectivas tras ganar, era su primer triunfo del curso, en el derbi asturiano. La intención era seguir sumando, escalar en la tabla y olvidar los fantasmas del pasado. Pero no pudo ser en Montilivi. Tras una buena entrada en el partido, los azules fueron superados después por su rival y acabaron perdiendo en una acción con varios fallos defensivos.
La derrota vuelve a evidenciar los problemas en ataque del Oviedo, que solo lleva 3 goles tras 6 jornadas disputadas, y le mete de nuevo en problemas clasificatorios. Aún es pronto para mirar a la tabla, pero en Oviedo solo los triunfos permiten trabajar en un clima de tranquilidad total.
Ahora, el calendario se condensa para que los de Ziganda, que asumió con naturalidad la derrota, traten de reaccionar. Aunque las próximas citas no son sencillas. El Oviedo recibirá al Rayo Vallecano, equipo al alza, el jueves en el Tartiere y viajará el domingo a Leganés, uno de los gallitos de la categoría, para tratar de avanzar en la tabla, donde es ahora 16.º.