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REAL VALLADOLID

El Pucela concedió más remates a portería que en ningún otro partido

El Huesca disparó ocho veces entre los tres palos, todas desde dentro del área y con marchamo de gol.

Valladolid
HUESCA, SPAIN - OCTOBER 18: Rafa Mir of SD Huesca battles for possession with Jawad El Yamiq of Real Valladolid during the La Liga Santader match between SD Huesca and Real Valladolid CF at Estadio El Alcoraz on October 18, 2020 in Huesca, Spain. Football
Eric AlonsoGetty Images

Decir que al Real Valladolid en El Alcoraz le salvó Roberto no es exagerado. El cancerbero tuvo un cara a cara con Rafa Mir del que salió vencedor, a pesar de que le marcara y del empate final, puesto que el delantero altoaragonés le puso en serios aprietos en múltiples ocasiones. No en vano, el Huesca disparó hasta siete veces entre los tres palos, lo que obligó a una intervención directa y decisiva del portero.

El cuadro blanquivioleta evidenció problemas defensivos serios sobre todo por alto, siendo el mencionado Rafa Mir un tormento. Su primer intento fue en una acción a balón parado en la que ganó la partida en el área, en la primera mitad, aunque su testarazo, demasiado centrado, fue repelido. Todavía en ese periodo, en una falta lateral, saltó entre tres hombres y provocó la primera gran parada del meta vallisoletano, que despejó a córner.

Ya en la segunda parte, se valió del grave error de Bruno para hacer el 1-2 'a lo Henry', rematando con el interior al palo contrario, sin que Roberto pudiera hacer nada. En el tramo final, cogió la espalda por enésima ocasión a El Yamiq y remató a bocajarro otro centro lateral. Roberto, seguro abajo, repelió en primer término y la zaga evitó que los locales remachasen la segunda jugada con un despeje. El 2-2 final, visto ese cuarto postrero remate de Mir, acabó siendo casi un mal menor, pese a los dos goles de ventaja de los que había dispuesto el Pucela.

La igualada había llegado antes, en plena caraja. En apenas cinco minutos el Huesca se rehizo de esa desventaja y empató gracias a una defensa permisiva, que primero consintió el remate de Siovas y después habilitó a Sandro. Luis Pérez, para ser exactos, permitió que marcara nada menos que a los 19 segundos de su debut como azulgrana. No fue la última ocasión a pelota parada del heleno, que saltó entre Bruno, Marcos André y El Yamiq y envió el testarazo al palo. A todo ello hay que sumarle un disparo de Maffeo en lo que, cierto es, fue una de las pocas jugadas dinámicas de peligro de los oscenses.

Errores recurrentes

Pese a ello, puede hablarse de al menos dos paradas claramente evitadoras de gol por parte de Roberto más el cabezazo a la madera de Siovas. Sumándole a ello los dos tantos que sí lograron los de Míchel, el análisis claro habla de un Real Valladolid endeble, que pasó muchísimos apuros contra un rival en inferioridad, en este caso, en el resultado. Antes, contra el Eibar, le pasó parecido, entonces, al no ser capaz de gestionar la superioridad numérica provocada por la expulsión de Pape Diop.

Casualmente, los problemas por alto recordaron a la última vez que Siovas marcó en Primera División, en la temporada 2017-18, precisamente ante el Pucela, aunque en Zorrilla y con la camiseta del Leganés. Dos de los cuatro goles de los pepineros en aquella victoria por 2-4 fueron a pelota parada, mientras que el último fue prácticamente calcado al segundo del Eibar: un centro pasado al segundo palo desde la izquierda que cogió a Nacho mal perfilado para repeler ante el rival que venía desde detrás. En ninguna de las dos ocasiones el lateral saltó, se encogió, y Carrillo antaño y Kevin Rodrigues más recientemente vieron puerta.

Siguiendo con los errores recurrentes, El Yamiq, uno de los últimos fichajes, lleva dos acciones defensivas semejantes y defectuosas. Primero, contra el Eibar, cometió un penalti por levantar la pierna en exceso, mientras que este domingo permitió un remate de Rafa Mir en una jugada en la que de nuevo eleva la pierna en exceso, después de que el delantero le coja la espalda. Bruno, por su parte, cometió una entrega defectuosa que dio al traste con el trabajo hecho ante el Real Madrid y no midió bien en la anticipación en el 1-2 del Huesca.

No obstante, aunque se está poniendo mucho el foco sobre los centrales, los nueve goles encajados forman parte de un todo, que comenzó con la mala recepción de Masip contra la Real Sociedad, que prosiguió con el penalti evitable de Óscar Plano y con la desatención en el arranque de la transición que acabó con el tanto de Aspas, además de las jugadas ya comentadas, y que demuestran lo mucho que le está costando al Real Valladolid defender su arco; circunstancias todas a trabajar con ahínco para, como los blanquivioletas quieren, conseguir revertir la situación.