El Algeciras de Salva Ballesta contuvo y metió miedo al Marbella
El equipo de Salva Ballesta pudo ganar a un Marbella que empezó bien y acabó mal. Penalti no concedido al Algeciras por un discutido fuera de juego.
El Marbella ha vuelto a comprobar que ascender a Segunda División y más ahora, con el improvisado formato de competición, va a ser un quinario, una carrera de obstáculos muy enrevesados. El equipo entrenado por José Manuel Aira, que empezó muy bien, terminó sin soluciones y superado por un Algeciras que, a la contra, le creó muchos problemas y tuvo más opciones de gol. Tampoco hubo demasiadas ocasiones en líneas generales, por lo que este reparto de puntos es justo desenlace. Polémico penalti no concedido a los de Salva por fuera de juego por indicacón de uno de los asistentes del árbitro.
El cuadro marbellí salió como un torbellino. A los 2’ Vallejo detiene una gran falta lanzada por Granero y a los 6’ Cordero estrelló un remate en la madera. El Algeciras, que solo tenía cinco jugadores en el banquillo se rehízo. A los 30’ Alfonso Herrero impidió con un soberano paradón, un disparo a quemarropa de Iván. La casta del Algeciras equilibraba la aparente mayor calidad de su adversario, con una plantilla diseñada para ascender.
El segundo tiempo comenzó con idéntico equilibrio. El Algeciras, un equipo muy bien trabajado en la estrategia por su excelente entrenador, Salva Ballesta, buscaba las cosquillas a un Marbella que cada vez se encontraba más incómodo. A los 54’ Herrero mandaba a córner un misil de Alcázar. Aira puso pólvora. Sacó a Juanmi Callejón y Óscar García, por Quezada y Tresaco.
A los 70’ polémica. Pase maravilloso de Mendes a Romero que es derribado dentro del área por Herrero. El árbitro señaló en un principio penalti, pero rectificó a instancias de su asistente que observó un fuera de juego en el momento del pase.
La recta final, impredecible. El Marbella se lanzó a la carga mientras el Algeciras buscaba su oportunidad en alguna contra a base de velocidad y sorpresa. Los costasoleños lo intentaban, pero sin sustancia, por lo que el reparto de puntos, sin dejar contentos a tirios y troyanos, es lo más correcto visto lo visto. Mucho camino por recorrer para los dos equipos en función de sus diferentes objetivos.