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REAL VALLADOLID

La batalla de El Alcoraz

Es el momento de dar un paso adelante y ganar en un campo que no se le da bien históricamente al conjunto blanquivioleta. No considerarlo una final es un error

Valladolid

El estadio de El Alcoraz conmemora la batalla del mismo nombre y por ello sus paredes rezuman gestas y momentos épicos. El conjunto oscense ha decorado esas paredes con diversos escritos que arengan a jugadores y público a 'no reblar' que es su lema, algo así como no rendirse pase lo que pase. Esa batalla data de 1098 cuando el ejercito aragonés comandado por Pedro I asediaba la ciudad y establecía combate con el ejército musulmán de Al-Musta'in II que en aquel momento contaba con el apoyo del ejercito castellano mandado por conde García Ordóñez y Gonzalo Núñez de Larael. Cuenta la leyenda que la balanza la decantó San Jorge a favor del ejercito aragonés que incorporó la ciudad al Reino de Aragón y el Santo pasó a ser el patrón del reino.

Es por tanto El Alcoraz un escenario tremendo, cargado de significado y con la oportunidad para un ejército castellano de tomarse la revancha de aquella derrota en un escenario en el que nunca ha ganado en Liga. El Real Valladolid se juega mucho en este envite. No me vale eso de que quedan 33 jornadas y que no hay que meter presión. La presión la meten los resultados y la situación en la tabla. La presión la mete recordar como el Espanyol o el Leganés el año pasado empezaron a descolgarse muy pronto y luego les costó un mundo remontar, o mirando hacia Segunda un histórico como el Deportivo de la Coruña se hundió, pareció resucitar y rozar el milagro y finalmente dio con los huesos en el infierno.

Ya he dicho más de una vez que no entiendo esta protección exagerada a los jugadores, que no son niños y deben soportar y encajar las críticas, mirar los problemas frente a frente y romper la burbuja en la que se meten y les meten. Claro que hay que tener presión, saber soportarla e incluso usarla como acicate para que la rabia te lleve a la victoria. No han sido malos partidos los jugados, pero esos errores puntuales se han pagado muy caros y hay que tratar de evitarlos, tal vez poniendo más tensión en cada acción. Sé que no gusta a estas alturas hablar de finales con todo lo que queda por delante, pero creo que sería un error más grave que los de partido pensar que como queda mucho, este partido no es una final. Tomarse cada choque como la batalla de El Alcoraz y no reblar como dicen por esos lares debe hacer reaccionar al equipo. Yo sí creo que es una final, este, el del Alavés y así sucesivamente...