El arrepentimiento público, clave en el caso de Enrich y Luna
La asunción de la culpa y su arrepentimiento fueron fundamentales para que la Fiscalía y la acusación particular decidiera rebajar de 5 a 2 años de cárcel las penas que pedían para ambos.
Con el reconocimiento de su culpabilidad y el arrepentimiento mostrado públicamente en el juicio oral, las acusaciones entienden que los futbolistas Sergi Enrich (Eibar) y Antonio Luna (Girona) han reparado el "daño publico" causado a la joven a la que grabaron mientras mantenía relaciones sexuales con ellos en un vídeo que se hizo viral en octubre de 2016.
Esa asunción de la culpa y ese arrepentimiento que los jugadores no habían expresado antes han sido fundamentales para que la Fiscalía y la acusación particular hayan decidido rebajar de 5 a 2 años de cárcel las penas que pedían para Enrich y Luna.
Así ha quedado de manifiesto en la segunda y última sesión del juicio celebrado en San Sebastián, en el que las partes han presentado sus informes y en el que Enrich y Luna han vuelto a pedir perdón a la víctima, mientras que el tercer procesado, Eddy Silvestre, que coincidió con ambos en el Eibar, ha reiterado que él no es el autor de la difusión del vídeo.
El arrepentimiento público de los dos futbolistas ha apuntalado la atenuante muy cualificada de reparación del daño causado, pues los 110.000 euros que los procesados habían consignado para indemnizar a la víctima -10.000 más de los reclamados por las acusaciones- no habrían sido suficientes por sí solos. El letrado de la víctima ha señalado que el resarcimiento económico a su representada debía ir acompañado de un "plus de intensidad" para no ser entendido como "una compra de la degradación punitiva". "Y aquí existe ese plus", ha afirmado.
El abogado de la acusación, quien además ha introducido como atenuante la "confesión tardía" de los dos futbolistas al considerar que en este caso "la clave no es el momento de la confesión, sino la relevancia de lo que se manifiesta". La acusación particular ha accedido, además, en nombre de la víctima y a petición de las defensas, a la "suspensión" de la pena de cárcel para Enrich y Luna por no superar ésta los dos años y teniendo en cuenta las circunstancias anteriores, que no se ha dado en el caso de Silvestre.
El exjugador del Eibar ha mantenido durante el juicio que borró las imágenes que le enviaron Luna y Enrich sin llegar a verlas por completo, un argumento que no creen ni la Fiscalía ni la acusación particular, que piden para el ahora futbolista del Albacete 2 años y un día y 3 años de prisión, respectivamente.
El Ministerio Público se ha opuesto a que se aplique a Silvestre el "error de tipo" que ha pedido su abogado como alternativa a la absolución, es decir, que su defendido desconocía que cometía un delito cuando pasó el vídeo a terceros. La fiscal ha asegurado que existen pruebas suficientes para acreditar la culpabilidad de Silvestre, entre ellas que Enrich y Luna le han responsabilizado únicamente a él y que tras ello "no existe ánimo espurio" puesto que han admitido su culpa y no obtienen "ningún beneficio" por señalar a su excompañero.
Ha dicho además que hay otros elementos "externos" que avalan la acusación, como los audios en los que se escucha a otros compañeros decir que había sido Silvestre, entre ellos al excapitán del Eibar y actual jugador del Athletic de Bilbao Dani García.
Asimismo, la Fiscalía ha destacado que el jugador tuvo la oportunidad de entregar su teléfono al Juzgado pero no lo hizo. "Lo más fácil era entregar su móvil como elemento de descargo", ha subrayado la representante del Ministerio Público, tras recordar que el encausado dijo ayer que no lo entregó cuando declaró porque no se lo pidieron.
Para el abogado de la acusación particular este hecho también es destacable: "El teléfono era la prueba infalible, no le hacía falta más", ha enfatizado. Sin embargo, la defensa ha argumentado que no aportó el móvil "porque no le fue requerido" y que "corresponde a las acusaciones establecer las pruebas de cargo". También ha sugerido que al culpar a Silvestre, sus excompañeros querían encubrir al verdadero autor.
Ante la posibilidad de que el juez considere probado que Silvestre sí difundió la grabación, ha solicitado que se tenga en cuenta que lo hizo porque desconocía que el vídeo se había obtenido de manera ilícita y que, por tanto, no sabía que cometía un delito.
Antes de la conclusión del juicio, el jugador del Albacete ha tomado la palabra para asegurar que comprende a la víctima, que él también ha sufrido "muchísimo" en estos años. "Yo no he hecho nada, yo no he divulgado nada", ha recalcado.