Brasil y Perú se enfrentan la noche de este martes en Lima en un encuentro que promete fuegos artificiales. Desde São Paulo, el Scratch viene de aplastar a Bolivia -un resultado bastante esperable, por cierto- y cuenta con todas sus figuras. Brasil ha demostrado un amplio repertorio en sus jugadas de ataque: por dentro y, principalmente, por fuera, con un gran partido de sus laterales, Renan Lodi y Danilo, que abusaron de la defensa boliviana con sus combinaciones con un gran Neymar, totalmente adaptado y a gusto en su nueva labor de mediapunta.
Perú tiene la difícil tarea de confirmar su buen nivel en citas grandes cuando reciba a Brasil en el Estadio Nacional. La blanquirroja deberá prescindir, con toda probabilidad, de Christian Cueva, la mente creativa del mediocampo, y todo parece indicar que lo reemplazará Christofer Gonzáles.
Por lo demás, el once será el mismo que el que presentó Ricardo Gareca ante Paraguay, con Carlos Zambrano y Luis Abram en la zaga y el mediocampo de tres volantes mixtos conformado por Yotún, Aquino y Tapia. Perú deberá ser mucho más sólido en defensa si quiere evitar sobresaltos contra una de las mejores ofensivas del mundo, mientras que Ruidíaz deberá aprovechar las pocas ocasiones que tendrá para marcar.
"Nosotros no presupuestamos perder, siempre vamos a ganar y es en lo único que creo", afirmó Gareca en rueda de prensa.
El historial de enfrentamientos muestra una abrumadora superioridad de Brasil sobre Perú: es el único rival al que nunca ha vencido en las eliminatorias. De once partidos disputados, la blanquirroja solo pudo empatar cuatro y fue derrotado en los otros siete, aunque en Lima la blanquirroja siempre se ha hecho fuerte.
Sin embargo, al no poder contar con público local, esa ventaja será mínima, de manera que la responsabilidad recaerá, más que nunca, sobre los once que elija Gareca. Tite sabe que en frente tendrá un hueso duro de roer; un equipo que, como en la final de la Copa América del 2019, no se lo pondrá nada fácil.
El año pasado, ambas selecciones se enfrentaron en tres ocasiones. Primero, Perú cayó goleado por un apabullante 5-0 en la fase de grupos del torneo, luego perdió la final del torneo en el Maracanã por 3-1 en un encuentro más igualado, y, tres meses después, se cobró una pequeña revancha al ganar por 0-1 un amistoso disputado en el histórico Coliseo de Los Ángeles, en California.
Brasil, sin embargo, busca despejar de una vez las dudas que rondan el trabajo de Tite. Desde la derrota en los cuartos de final del Mundial de 2018, ante Bélgica, el seleccionador brasileño parecía un poco perdido entre identificar y corregir los errores de Rusia y la labor de preparar a su equipo para Qatar 2022.
Tras el parón de once meses por la crisis del COVID-19, Tite tuvo tiempo para reflexionar y trazar su plan de ataque: un cambio de sistema con dos volantes, Neymar y Coutinho de mediapuntas y los laterales como un arma ofensiva. Este martes, en Lima, toca saber si su nueva Brasil, que funcionó como una apisonadora ante una débil y desfalcada Bolivia, será la misma ante un rival mucho más fuerte y peligroso como Perú.