EURO SUB-21 (CLASIF.) | I. FEROE 0-ESPAÑA 2
Brahim soluciona un problema
El malagueño cambió el partido, tras entrar al campo: marcó dos goles y se salió, rubricando su gran inicio en el Milán. España, casi clasificada para la Eurocopa.
España cumplió los pronósticos, ganó a las Islas Feroe y está virtualmente clasificada para la Eurocopa Sub-21 del próximo año. Sólo tres puntos separan a La Rojita de sellarlo de forma matemática, pero hay que tener en cuenta que le quedan tres partidos y todos ellos en casa: Kazajistán, Islas Feroe e Israel.
Para llegar al próximo martes, ante Kazajistán en Alcorcón, con la posibilidad de celebrar la clasificación matemática, había antes que aprobar el examen con trampa ante las Islas Feroe. Como es habitual en él, De la Fuente dejó alguna sorpresa en el once. Barrenetxea en la derecha (con Brahim de suplente) y Puado, un delantero que es más extremo que ‘nueve’, en la punta de ataque en lugar de Dani Gómez.
La presencia de jugadores Sub-21 en la Absoluta provoca que el seleccionador deba reinventarse, algo que se nota en la falta de fluidez en algunos tramos del partido. Con un equipo tan inferior, el primer cuarto de hora suele marcar la diferencia entre una goleada o un problema. Esta vez tocó lo segundo, porque España se encontró con un rival que presionó muy arriba, quiso jugar y vendió cara la derrota. La Rojita tuvo un puñado de ocasiones (sobre todo dos de Óscar y otro par de Puado) para adelantarse, pero en ningún momento ejerció un acoso y derribo sobre el área contraria. Y, además, se encontró de nuevo con su problema más recurrente: la falta de gol. Tampoco el experimento de Puado funcionó.
Con ese juego excesivamente previsible, De la Fuente tocó en el descanso la tecla que hacía falta: Brahim Díaz. El malagueño cambió el rumbo del partido. Su facilidad para conducir y pegar la pelota con ambas piernas por igual le convierten en una pesadilla para su marcador. Suyas fueron las mejores jugadas y también el gol que abrió la lata.
Lejos de bajar los brazos, Islas Feroe adelantó líneas e incluso dispuso de una acción clara para empatar en la salida de un córner. Tuvo que ser de nuevo Brahim quien cerrara el partido en una jugada de genio: controló con el muslo un balón llovido, se perfiló y la colocó en la esquina, esta vez con la zurda (el primero lo había hecho con la derecha).
Sólo una victoria separa a La Rojita de la fase final de la Eurocopa donde defenderá título. De la Fuente, una vez más, ha construido una selección de garantías, ganadora, aunque aún queda camino por delante para llegar a ser un equipo. Mientras se logra, el seleccionador cuenta con un mago malagueño que soluciona problemas con su varita mágica...