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GIRONA

“Quiero al Girona como si fuera mi hijo, es un amor irracional"

Granell vivió un acto de despedida en Montilivi repleto de emoción. "Si hubiera querido habría podido seguir aquí, el club me ha respetado. Me voy feliz", dijo.

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“Quiero al Girona como si fuera mi hijo, es un amor irracional"

Àlex Granell ha dicho adiós este jueves al Girona. El ya excapitán rojiblanco se ha despedido sobre el césped de Montilivi en un acto repleto de emoción y palabras de agradecimiento y al que han acudido su familia, amigos, cuerpo técnico, trabajadores del club y sus ya excompañeros. No pudo contener las lágrimas y es que deja el club de su “vida”. En el Girona empezó a jugar cuando tan sólo tenía cinco años y en 2014, Oriol Alsina le repescó para ser profesional y ahora se marcha siendo el futbolista que más partidos ha disputado en el fútbol profesional con la camiseta rojiblanca (233). Su futuro está en el Bolívar de la Primera División Boliviana.

El primero en tomar la palabra fue el presidente del Girona, Delfí Geli, y dijo que “es un día con una mezcla de sensaciones. Un día triste y alegre porque tienes nuevos retos y proyectos. Has vivido el club desde muy pequeño. Has conseguido lo que muy pocos gerundenses han logrado, que es disfrutar de los mejores momentos del Girona en primera persona. Eres un privilegiado en este aspecto. Por nuestra parte darte las gracias porque como capitán y representante de la plantilla siempre has puesto a la entidad por delante y esto te dignifica. Es el orgullo gerundense. Te deseamos lo mejor. No es un adiós, las personas que habéis sido unos representantes de los jóvenes, un referente y un ejemplo siempre tendréis sitio. Volverás porque las personas como tú han de estar al lado del Girona y el club ha de ser más grande gracias a ti. En un futuro serás importante para la entidad”. Tras ello ya fue el turno de Granell y lanzó un discurso sentido, ordenado y repleto de agradecimientos. Palabra de capitán, sin duda, destilando un sentimiento rojiblanco y gerundense muy puro. “Gracias a todos por estar aquí. Es un orgullo ver que queráis estar aquí en un día tan especial para mí y mi familia. Han sido siete temporadas en el primer equipo y 16 en el fútbol base: 23 temporadas en total. Y las peores fueron las de la mitad por no poder llevar esta camiseta. Lo quiero como si fuera un hijo mío”. Tuvo un momento para sus familiares, técnicos, compañeros, amigos y empleados del club y cuando le tocó referirse a Stuani no dudó: “Qué lujo poder competir contigo. Has dado siempre ejemplo en todo”. En cuanto al vestuario que deja, “voy a echar muchas cosas de menos, pero sin duda a vosotros mucho. Hemos creado una amistad importante y perdurará más allá de nuestras vidas. Esto acaba aquí. Me voy del Girona, lo hago feliz. Siempre había pedido acabar bien, finalizar una etapa tan especial de mi vida como lo estoy haciendo estos días. Girona es mi club, el amor que siento es irracional, le deseo todo el bien. Cada victoria del Girona será mía desde la distancia. Ojalá nuestros caminos se puedan reencontrar y sino estaré en Tribuna animando al Girona”.

No lograr el ascenso la pasada campaña fue el punto de inflexión para poner punto y final a su etapa en el Girona y se va a Bolivia para jugar en el Bolívar y estoy “seguro de que me hará mejor persona. Salgo de mi zona de confort. Voy a descubrir un fútbol nuevo. Me siento preparado para competir y quiero alcanzar retos”. Y añadió que “tomo un camino nuevo, que lo empiezo con tranquilidad, serenidad y responsabilidad. Marcelo Claure ha apostado por mí como futbolista y persona. Si hubiera querido habría podido seguir aquí, pero quería iniciar esta nueva etapa. Hay que ser honesto para saber cuándo hay que salir para hacerlo bien y en paz. El club me ha respetado y voy con una responsabilidad importante. Quiero que todas las expectativas se puedan hacer realidad”. Por último, sobre el césped se pudieron ver junto a él las siete camisetas que ha lucido Granell en su etapa en el primer equipo y “al final puedes ascender o no, pero lo que se ha creado aquí en los últimos siete u ocho años es identidad de club. Los niños ya no contemplan ser de otro equipo que no sea el Girona y es un reconocimiento para todos ver que hemos logrado cosas muy importantes. Girona ha crecido mucho, pero lo ha de seguir haciendo y que el club desprenda los valores de los últimos años. La identidad no se puede perder”. Granell deja en el Girona un hueco difícil de cubrir y es que el primer equipo pierde ADN gerundense y un gran capitán.