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LALIGA SANTANDER

Una Liga en crisis de gol

Con este promedio, LaLiga se cerrará con 828 tantos. La Premier promedia 3,78 por partido. El mercado, preocupante. Las experiencias europeas, también.

Una Liga en crisis de gol
MANU FERNANDEZAFP

LaLiga tiene un problema. Es evidente. Los datos están ahí y son algo sonrojantes en comparación con otras ligas del continente. Así, de manera directa: la Serie A ha marcado más goles en tres jornadas que el campeonato nacional en cinco. Otro más: la Premier festejó en la suma de la segunda y la cuarta cita del torneo 85 goles, solo nueve menos que los que lleva España tras 43 partidos. Manteniendo el ritmo actual, algo improbable de todos modos, la Primera División se cerraría con la paupérrima cifra de 828 tantos anotados. Mientras, crece la preocupación a nivel internacional. El Sevilla dio la talla en Europa League y Supercopa, pero el resto parecen claramente un paso por detrás de los colosos del continente. 

Los datos que marcan la crisis

Por el momento, en España se han disputado 43 partidos en primera categoría y un total de cinco jornadas. Quedarían siete encuentros a resolver, por los aplazamientos por ascensos y competiciones europeas. Los datos no invitan al optimismo: se han marcado 94 goles, una media inferior a los 20 por fin de semana. Concretamente, 18,8 a día de hoy. La media es de 2,18 por duelo. La meta marcada son los mil y, para ello, es necesario marcar 2,63. Hace falta una inyección de tantos para volver a estar en la pugna.

Los 828 goles de proyección son un dato alarmante. La pasada temporada fue la peor de las últimas cinco y se firmaron 942. En época de Cristiano Ronaldo, Luis Suárez en plena forma o Gareth Bale se marcaban más de mil holgadamente. En la 2016-17, se consiguieron 1.118. Ahora, la marcha de gol y la evolución de nuestro fútbol dejaría un registro de casi 300 menos o, lo que es lo mismo, cerca de un gol menos por partido.

Algo menos de un 20% de los encuentros han acabado en empate a cero. Ocho de 43 para ser más exactos. Las comparaciones son odiosas. Tras cuatro jornadas de la Premier y tres de la Serie A, ni un solo partido se ha cerrado sin abrir el marcador. En 66 duelos de los torneos italiano e inglés siempre se ha marcado, al menos, un gol. Como es lógico, habrá decenas de encuentros a lo largo de la competición que finalicen con los casilleros a cero, pero la tendencia parece clara: en España se batirán registros.

Los goles en las cinco grandes Ligas

2019-202018-192017-182016-172015-16
LaLiga942983102411181043
Serie A1154101910171123979
Bundesliga982973855877866
Premier10341072101810641026
Ligue 17049721033991960

De récords a goles milagro

Desde luego, cabe resaltar que los datos de Calcio y Premier no son naturales a estas alturas de campeonato. Mismamente, en la jornada 2, en Inglaterra se marcaron 44 goles, el récord absoluto en una sola cita en la historia de la competición. No obstante, a excepción de los duelos iniciales marcados por la anómala pretemporada y dos partidos aplazados, las estadísticas siempre han fijado un promedio superior a los tres tantos por evento. Los datos exactos hablan de 3,78 goles por partido en Inglaterra y 3,5 en Italia. En España, recordemos, el balance es de 2,18.

Solamente en siete partidos del campeonato español se han conseguido alcanzar los cuatro goles. En cuatro de ellos estaba implicado un equipo Champions: Real Madrid, Atlético, Sevilla o Barcelona. El promedio de los dos campeonatos extranjeros que más potencial goleador han mostrado hasta el momento se sitúa cerca de esos cuatro tantos que en el panorama nacional tanto cuesta alcanzar. La media fuera es el milagro aquí.

Los goles en España, por equipo

2019-202018-192017-182016-172015-16
REAL MADRID706394106110
BARCELONA869099116112
ATLÉTICO5155587063
SEVILLA5462496951
VILLARREAL6349575644
REAL SOCIEDAD5645665945
GRANADA52--3046
GETAFE434842-37
VALENCIA4651655646
OSASUNA46--40-
ATHLETIC4141415358
LEVANTE475944-37
VALLADOLID3232---
EIBAR3946445649
BETIS4844604134
ALAVÉS34394041-
CELTA3753595351
LEGANÉS30373436-
MALLORCA40----
ESPANYOL2748364940
*En blanco las temporadas en las que jugaron en Segunda División, en la que se disputan más partidos.

Tampoco es para nada natural en España ver a dos equipos marcar en un mismo partido. Es más, solo se ha logrado en 17 de los 43 encuentros: un 39,5%. En la incesante búsqueda del dato alarmante extranjero que haga aliviar la crisis de nuestro fútbol, tampoco se encuentran esta vez los resultados esperados. En Italia, 14 de los 28 duelos han disfrutado de al menos un gol de ambas escuadras. En Inglaterra, ha sucedido en 21 de 38

Causas: ¿por qué en España cada vez se marca menos y en Europa más?

El fútbol ha vivido una profunda transformación en los últimos años. Ha desaparecido el 'tiki-taka', al menos de la forma en la que se ha entendido a lo largo de la década. Ahora, los equipos punteros tienen una preparación física envidiable. Incluso el cerebro del equipo está dotado de una capacidad innegable de aportar en el ida y vuelta y seguir manejando la batuta en los compases finales de los partidos. Los centrales son titanes del juego aéreo, pero también se busca en ellos colocación y velocidad. Los laterales ya no son extremos que flaquean atrás. En la actualidad, se les pide total incidencia en ataque sin regalar la espalda.

Además, más que nunca es un fútbol de entrenadores. Nagelsmann o Gasperini brillan con sus equipos pese a no contar con recursos de campeón. Guardiola y Klopp también han sabido evolucionar a la era actual. El estilo de sus equipos es innegable, casi tanto como el de su preparación física y táctica. Hansi Flick regala al espectador a la máquina perfecta que es su Bayern... En España, quizás Julen Lopetegui es el más cercano a instaurar en los suyos las nuevas variables del juego, estando siempre sobre la mesa el potencial económico del Sevilla.

¿Y qué sucede con Madrid, Barcelona y Atlético? Todos ellos parecen haber involucionado algo sus plantillas con respecto a años atrás. En especial porque han mantenido el bloque que un día les hizo brillar, pero no han conseguido que ese núcleo juegue al ritmo al que se juega en Europa. El Real Madrid mantiene a Casemiro, Kroos y Modric como habituales. Técnicamente, los dos últimos son un prodigio. Sin embargo, no son un 'box-to-box' de élite cuando el partido se aproxima al pitido final. El brasileño es de los mejores del mundo en la recuperación, aunque pierde en la creación. Además, se marchó el gol de Cristiano Ronaldo, algo que por el momento no se ha logrado suplir.

El Atalanta, un año más, es uno de los equipos más vistosos del continente.
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El Atalanta, un año más, es uno de los equipos más vistosos del continente.MIGUEL MEDINAAFP

Por Can Barça sucede algo similar. La sombra de Iniesta y Xavi es alargada. Busquets, representante de aquella generación dorada, continúa siendo capital para Koeman, pero, al igual que sucede con los madridistas, no tiene fuelle para ahogar al rival desde la creación y el poderío físico. En los últimos años, se ha apostado por una línea continuista con futbolistas que daban cada vez un poco menos. Finalmente, Suárez, Arturo Vidal o Rakitic han salido a precio de saldo, consciente el club de que ya no contaban con un buen cartel en el mercado. Menos todavía con la evolución del fútbol ya narrada.

Quizás el Atlético supo ver parte de tal evolución, aunque también parecía el mejor preparado para ello. Simeone, casi desde su llegada, convirtió a los suyos en guerreros, con gran motor físico, aunque eso conllevase la renuncia a un ataque voraz. En LaLiga, acusan su falta de regularidad de cara a portería y llevan años sin competir con la cabeza de la clasificación. Por Europa, su fortaleza les permitió eliminar a todo un campeón como el Liverpool. Sin embargo, frente al Leipzig volvieron los fantasmas de la efectividad y el equipo se echó atrás pese a su presunto favoritismo. La eliminación fue una decepción.

El problema, por supuesto, no solo es cuestión de los colosos de LaLiga. En general, en España hay una tendencia a jugar con el resultado de la siguiente forma: el local controla sin arriesgar en primeros tiempos que suelen finalizar con tablas en el electrónico. Se trabaja mucho el balón parado para tratar de convertir las jugadas de estrategia. En los segundos tiempos se da un paso al frente para resolver, una vez uno de los dos contrincantes flaquea, el partido por la mínima. Es otro método de sacar puntos, igual de válido, claro. El Getafe de Bordalás, sin ir más lejos, es uno de los equipos más fiables gracias a su constancia de agotar al rival y seguir su idea hasta el límite.

Además, la falta de recursos arriba a veces lleva a los clubes a trabar los partidos e ir acomodándose en el resultado conforme pasan los minutos. El Elche, el cual tiene un gran margen de mejora tras las incorporaciones, vivió ante Real Sociedad o Huesca un partido marcado por resguardarse bajo el cobijo de su propio terreno de juego, conscientes de que no contaban con los suficientes efectivos para dominar con la pelota. Frente a los hombres de Alguacil, terminó en clara derrota. Contra los de Míchel, rascaron un valioso empate. Los ejemplos mostrados son dos que sirven como referencia para marcar una tendencia general. Los equipos son conscientes de que falta gol o simplemente se sienten cómodos en la retaguardia. Eso provoca partidos muy trabajados desde las pizarras y menos vistosos sobre el césped.

Luis Suárez, uno de los fichajes estrella de LaLiga, llegó al Atlético a precio de saldo.
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Luis Suárez, uno de los fichajes estrella de LaLiga, llegó al Atlético a precio de saldo.AFP

Consecuencias: ¿fin al dominio europeo?

Ya parece lejana la Champions que conquistó el Liverpool en la 2018-19. Ni que decir tiene, por tanto, las cinco Copas de Europa consecutivas que logró el fútbol español entre la 2013-14 (la Décima del Madrid) y la 2017-18 (Decimotercera y tercera consecutiva con Zinedine Zidane a los mandos). En cuestión de dos años, los equipos nacionales han pasado de favoritos sobre el papel a estar un escalón por debajo de los grandes de Europa.

Así se vio hace dos temporadas, cuando el Madrid fue arrasado por el Ajax de Ámsterdam y el Barcelona se dejaba remontar en la vuelta y caía en Anfield sin dar la más mínima réplica a su rival. La pasada campaña, los de Zidane pelearon, pero siempre un paso por detrás del potencial de su rival, el Manchester City. El Atlético tampoco fue superior al Leipzig alemán y el Barça selló una de las peores derrotas de su historia frente a un Bayern que llevó a los hombres de Ernesto Valverde al límite (2-8).

La dificultad de adaptación del campeonato y la falta de gol lleva así a los españoles a estar menos preparados para jugar duelos de altura. Quedará por ver qué sucede esta temporada. En principio, ni Granada, ni Real ni Villarreal están llamados a repetir la gesta del Sevilla. En Champions, los cuatro parten con hipotética ventaja para superar la fase de grupos. Las eliminatorias serán otra historia.

El Barcelona fue sobrepasado por el Bayern en Champions.
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El Barcelona fue sobrepasado por el Bayern en Champions.POOLREUTERS

Fichajes: un paso atrás

El mejor fichaje de la temporada en el fútbol español es Luis Suárez. El delantero, prácticamente descartado por el Barcelona, llega al Atlético de Madrid por millones de euros en variables. Pjanic, otro de los grandes nombres, llegó en una especie de intercambio por Arthur, cuyo resultado está todavía por ver. El ex de la Juventus está más rodado, si bien el brasileño tenía un prometedor futuro por delante. 

El campeonato ha perdido el gol de Morata o el de Raúl de Tomás. Pero, sobre todo, no ha incorporado a depredadores del área. El último día, el Barcelona se lanzó a por Depay y a por Eric García, aunque no firmó a ninguno de los dos por falta de efectivo. La crisis del coronavirus ha hecho mella, hasta el punto de que la gran mayoría de entidades han tenido que recurrir a ERTE o a reducciones salariales para mantener la viabilidad.

Tampoco hubo fichajes de altura en el Real Madrid, más allá de la vuelta de cedidos como Odegaard, Odriozola o Lunin. El club ha preferido mantenerse al margen, confiar en Hazard y ahorrar para cuando el mercado dé la oportunidad de llevarse a los nombres que apuntan a dominar la década: Camavinga, Haaland, Mbappé...

El Valencia, en otros tiempos una de las grandes potencias económicas de LaLiga, cerró un pobre mercado sin fichajes de nivel. Por el contrario, el Sevilla sí agitó el avispero, con un importante matiz: su mayor éxito fue asegurar la continuidad de Ocampos, Fernando, Koundé o Diego Carlos. El Villarreal logró valiosas piezas, sin necesidad de efectuar una gran inversión.

Eso sí, el contraste con otras ligas es notorio. El United se llevó a Telles y Cavani; el Bayern firmó tres futbolistas el último día; el Liverpool ya hizo los deberes con Diogo Jota; el Chelsea ha transformado su plantilla... Otro dato llamativo: el Leeds, recién ascendido, se llevó al delantero titular y una de las estrellas del Valencia, equipo que peleó por Europa en España. ¿Se podría llevar el Cádiz a Vardy, Raúl Jiménez, Adama Traoré o Lacazette? Difícil. Por no decir imposible.

El Madrid confía en la evolución de Hazard.
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El Madrid confía en la evolución de Hazard.JAVIER BARBANCHOREUTERS

Motivos para la esperanza

Sí, pese a que los datos no son alentadores, el campeonato español tiene motivos para la esperanza. En especial, los tres grandes, que cuentan en sus plantillas con futbolistas que apuntan a diferenciales. El Real Madrid tiene a Rodrygo, Fede Valverde, Vinicius o Odegaard. El Barcelona, a Riqui Puig, Pedri, De Jong, Trincao o la sensación Ansu Fati. El Atlético, al que quizás tenga más formación de los ya nombrados: Joao Félix. El portugués ha arrancado la temporada a un grandísimo nivel y ya se ha ganado el sitio en el once titular de Simeone.

Además, la aprobación de los cinco cambios otra temporada más permite a los entrenadores dar entrada a jugadores menos habituales y a hombres de la casa. Algo, a buen seguro, positivo para descubrir a nuevos talentos. Su evolución solo la marcará el tiempo. Mientras, el fútbol lucha por solventar una crisis que es innegable. No llegan los goles, mientras por Europa no hacen más que festejar.