El Leganés, centenario a golpe de pegada y tumba abierta
Ante el Cartagena, los pepineros sumaron su triunfo 100 en la categoría. El equipo lució mucha artillería, pero se partió demasiado. “Es algo que debemos trabajar”, admite Martí.
El Leganés está de centenario. El triunfo que ayer cosecharon los de Martí frente al Cartagena (3-1) fue el número 100 como locales de los blanquiazules (el dato lo reveló la cuenta especializada en estadística @laligaennumeros) en una categoría a la que han regresado luciendo más pegada que continuidad en su juego. Martí sabe de ese defecto que, a su vez, esconde una virtud capaz de resolver partidos (como el de esta última jornada) a base de intercambiar golpes con su rival. Anoche fue suficiente para lograr una victoria que es la segunda del campeonato.
Para lograr el objetivo del ascenso directo deberán sumar unas 20 más. La media de la última década es de 23,5 triunfos para los conjuntos que subieron como campeones de Segunda y de 21,2 para los que ascendieron como segundos clasificados. En 2016 el Leganés de Garitano promocionó de categoría con 20 triunfos y un bagaje elevado de goles a favor: 59, con el Córdoba, el más alto de aquel curso.
Sucede, sin embargo, que el Leganés de Garitano siempre fue recordado más por su balance defensivo (34 tantos encajados aquel curso, segundo mejor de esa temporada) que por ser un derroche de ataque. Con Martí al frente la tendencia apunta a que será otra. Ayer, frente al Cartagena, el técnico mallorquín ejerció de entrenador valiente y usó un 4-4-2 que a veces (quizá demasiadas) mutaba en un 4-2-4, con Avilés, Juan Muñoz, Borja Bastón y Sabin Merino ejerciendo de ataque demoledor, “de los mejores de la categoría”, como lo definió Borja Jiménez, ayer técnico del Cartagena.
“Es algo que debemos trabajar”
“Hemos intentado buscar incorporar un jugador más de ataque y que Juan Muñoz se descolgara un poco más como mediapunta para, con un jugador como Sabin Merino, llegar más al remate. Avilés es profundo y mete buenos centros. Hemos sido capaces de meter siempre tres jugadores en el área. Eso, claro, tiene el riesgo de que, si no terminas jugada, son gente de ataque que les cuesta regresar”, admitió el propio Martí.
“Es algo que debemos trabajar, pero estamos tranquilos en el sentido de que, si nos colocamos con esa línea de cuatro y dos pivotes ordenados, nos da tiempo a regresar, a ordenarnos y colocarnos para defender”, añadió. Pese a ello, el Leganés por momentos sufrió anoche cuando el Cartagena pobló más aún la medular. “Ha habido veces en los que no hemos estado tan cómodos, pero con los cambios hemos mejorado”, afirmó Martí.
Esos cambios afectaron al centro del campo. Gaku y Eraso metieron contención a la media y el Leganés ganó en poso, aunque perdió la pegada y velocidad que sí lució en la primera mitad. Versiones diferentes de un equipo que, por ahora, tiende a dos modelos: el de una pegada arrolladora y el de un control más pausado y menos eléctrico. La victoria 100 en Segunda llegó con el primero de ellos. Está por ver si las que estén por venir abrazan el plan B de este Leganés centenario.