Impacto Ansu
El Barça recupera la confianza aferrado a la ilusión que despierta el juvenil que acapara portadas y ante el que es complicado pedir paciencia.
Un joven de 17 años le cambió el ánimo a un Barça deprimido y en ebullición. La actuación de Ansu Fati en el debut liguero del Barcelona ante el Villarreal con dos goles y un penalti provocado acapara todas las portadas de los medios catalanes sean o no deportivos.
Ya la pasada campaña debutó de la mano de Valverde rompiendo récords de precocidad al convertirse en el segundo jugador más joven de la historia del Barça en debutar con el primer equipo en la Liga, con sólo 16 años y 298 días, el más joven en marcar con el equipo blaugrana en LaLiga, el más joven en debutar en la Champions, donde también se convirtió en el goleador más precoz, récord que repitió esta misma temporada en la Selección española. Esos registros demostraban que Ansu era especial, aunque debido a su edad se pedía tiempo y paciencia. Tras su partido de ayer ante el Villarreal es difícil mantener la prudencia.
Las circunstancias que rodean actualmente al club blaugrana tras un año deprimente en el aspecto deportivo y convulso en lo social con el intento frustrado de Messi para abandonar el club dan más brillo aún a su irrupción. Ansu ha devuelto la ilusión a una afición que andaba deprimida.
Su actuación es perfectamente comparable a la de Ronaldinho cuando compareció en el Camp Nou en el famoso partido de las 12 de la noche (el del gazpacho regalado en las gradas) contra el Sevilla con un golazo cambiando la cara de un Barça que puso los cimientos de su mejor era. Una era que se apuntaló el día que Messi debutó en el Gamper ante la Juventus con 18 años en el 2005 mostrando lo que era capaz de hacer ante un Viera que no sabía como pararlo y un Capello atónito en la banda.
Ante esta situación es lógico que el barcelonismo reclame a Ansu como titular indiscutible y no quiera oir hablar de planes de protección ni repetir la gestión que hizo Quique Setién de su talento, pero no se puede olvidar que el jugador está en edad juvenil.
Desde el Barcelona aseguran que el jugador tiene personalidad y un círculo familiar que le protege y asesora y que impedirá que vuele más alto de lo que le toca y mantenga los pies en el suelo.
Otra cuestión que va más allá de su crecimiento personal es su paso a la profesionalidad. Ante el Villarreal estrenó dorsal del primer equipo por lo que su cláusula de rescisión pasa a ser de 400 millones por un contrato que acaba en el 2022 y que en el club aseguran que es ampliable dos temporadas más. Pero está visto que en estos temas lo mejor es ir con pies de plomo.
Así que a nadie se le escapa que se impone un nuevo contrato para el futbolista en cuanto cumpla su mayoría de edad el próximo 31 de octubre.El jugador acaba de contratar a Jorge Mendes como representante quien este verano ya informó a Bartomeu que el Manchester United estaba dispuesto a pagar 100 millones de libras por su fichaje. Esta vez, el Barça no puede dormirse y está obligado a gestionar el impacto del chaval que el domingo le cambió la cara al barcelonismo.