Semana de puertas abiertas
La entidad rojiblanca afronta un final de mercado con muchas tareas pendientes. Quiere, como mínimo, un lateral zurdo y dos extremos. Granell, Diamanka y Stuani, en el escaparate.
El Girona afronta ocho días claves para confeccionar una plantilla de garantías de cara a la presente temporada. Al conjunto rojiblanco se le vieron las costuras en el encuentro del pasado sábado ante el Sporting (2-0) y necesita reforzarse. Eso sí, no solo será una semana agitada en cuanto a llegadas porque también está previsto que se produzcan varias salidas. Granell y Diamanka están en el escaparate y el futuro de Stuani también es una incógnita. El uruguayo acumula ofertas, pero todo indica que tocará esperar hasta el último día para saber si sigue en la entidad gerundense o se marcha.
En cuanto a las altas, el Girona tiene encarrilada la cesión de Álex Collado y se espera que se anuncie en las próximas horas. El club rojiblanco llegó la semana pasada a un acuerdo con el Barcelona para la cesión del atacante. Collado aportará calidad y desequilibrio arriba, algo que necesita Francisco. Pero el técnico también espera el fichaje de un extremo que sea capaz de aportar verticalidad, corra bien al espacio y tenga gol. Hay optimismo y no le preocupa esperar hasta el final del mercado para encontrar al futbolista adecuado. Y también se desea atar a un lateral zurdo. Tras la salida de Mojica al Atalanta, hay un hueco en esa posición porque de momento Francisco tan solo cuenta con Enric Franquesa. Este, ante el Sporting fue expulsado y será baja segura contra el Fuenlabrada. Ramalho y Aday pueden ocupar esa posición si es necesario, pero se quiere encontrar a un lateral zurdo natural para que compita con Franquesa por la titularidad.
Como mínimo se espera atar a tres futbolistas, pero podrían ser más. Todo dependerá de las bajas que se produzcan. De momento, jugadores como Granell y Diamanka están en la rampa de salida, pero también tienen opciones de salir futbolistas como Alcalá, Bernardo y Stuani. El posible adiós de este último es el que más inquieta en el club porque suplirlo es casi misión imposible. Además, el equipo rojiblanco tiene una falta preocupante de gol. El futuro de Stuani está abierto porque pese a que acumula muchas ofertas, él también baraja la opción de quedarse. Es feliz en Girona y seguiría siendo el buque insignia. Serán días trepidantes en Montilivi. El límite salarial no les deja hacer grandes dispendios y de ahí que el director deportivo, Quique Cárcel, tenga que trabajar contrarreloj y con un margen de error muy estrecho.