El Mirandés gana por primera vez en el Heliodoro

Victoria histórica del Mirandés en el Heliodoro que venció en la Isla por primera vez ante un Tenerife que dio una versión muy lejana a lo que se esperaba. Los insulares, además, acabaron el partido con nueve futbolistas.

El duelo empezó con cierta polémica ya que al minuto dos Apeh cayó en el área, pero ni el árbitro ni el VAR vieron nada punible de penalti. Ambos equipos intentaban mandar y adueñarse del balón para ser protagonistas, aunque eran los visitantes quienes lo tenían un poco más claro.

Tras unos minutos de pocas llegadas, avisó Sipcic con un cabezazo alto (12’). Poco a poco los insulares hacían pie sobre el verde. Instantes después, se lió Limones quien perdió un balón fácil y casi encaja, mientras que Bermejo, entró desde la izquierda y su remate se encontró con las manos del portero (15’).

Sin embargo, la más peligrosa la tuvo Iván Martín quien disparó dentro del área, pero su disparo se fue al córner (17’). Tras ese saque de esquina, llegó el 0-1 después una falta de entendimiento entre Ortolá y Sipcic que acabó en gol en propia puerta tras dar en la espalda del serbio.

Acusó el golpe el cuadro local al que se le veía muy torpe con la pelota. A pesar de ello, lo siguió intentando el equipo de Fran Fernández y a la media hora llegó el empate gracias a un gran centro con su habitual rosca desde la derecha de Moore que Álex Bermejo cabeceó a la red.

Antes del descanso, una buena mano del meta burgalés evitó que Apeh llegara a un centro peligroso de Suso y un centro al que no llegó Schutte fue lo más destacado de un encuentro parejo.

En la segunda parte, Schutte se vio solo entre los dos centrales pero cuando pisó área para rematar, se le cruzó Moore –muy rápido-, para mandar la pelota al córner (49’). Los de José Alberto salieron mejor que lo blanquiazules. Se le complicó la situación al Tenerife con la expulsión de Bermejo por una acción innecesaria y el Mirandés se lo empezó a creer.

A la contra, Moore una vez más creó peligro con su llegada y su centro casi acaba en gol de Pomares (67’), pero la cara de Vivian lo evitó. Fue un oasis en el desierto porque los rojillos eran los dominadores de la situación. Así llegó el 1-2 a la contra gracias a Jirka quien fue el más certero de todos los visitantes que pisaron el área de Ortolá.

El tramo final encontró a un conjunto insular sin reacción y que no supo encontrar el empate que, dentro de los que estaba sucediendo, sería el mal menor. Además, se quedó con nueve por la expulsión de Javi Alonso