Zidane versus Fekir, la alianza que nunca pudo ser
Los halagos entre ambos se remontan a varios años, cuando el atacante quiso dar un salto cualitativo desde el Lyon. Pellegrini quiere su mejor versión.
"Si me llama Zizou, me voy encantado mañana mismo. Nunca le diría que no". Así de claro se pronunciaba Nabil Fekir en 2016 cuando se le preguntaba por el posible interés del técnico del Real Madrid en contar con sus servicios. Militaba entonces en el Olympique de Lyon y su sueño era aterrizar en un club grande como el Madrid. Su pasión por Zinedine Zidane era recíproca por parte del técnico blanco: "Es un jugador increíble. Tiene un toque de balón impresionante y parece tener mucha personalidad. Técnicamente me impresiona mucho".
Ese intercambio de halagos entre Fekir y Zidane trazó dos caminos que de momento no se cruzaron. Fekir siguió en Lyon y una lesión de rodilla frenó en cierta forma su progresión, hasta que decidió dar el salto a LaLiga y ser una baza protagonista en el Betis. Zidane, que no pierde de vista al jugón francés, es consciente de su calidad y de lo que puede aportar sobre el césped. Ya fue una pesadilla para Militao en el último choque del Villamarín (en marzo) y en Heliópolis sueñan con otra gran actuación suya. Fekir sigue soñando con más. Y dar el salto a un grande pasa por ser decisivo en estas citas de alcurnia.
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Pellegrini le entregó un papel protagonista en su 4-2-3-1. "Todos pueden ver su calidad técnica y su potencia física. Quiere marcar diferencias en partidos así", dictaminó el técnico chileno al ser preguntado ayer por el atacante francés. Hasta el momento, fue indiscutible en su dibujo pese a una pretemporada en la que estuvo fuera de muchos entrenamientos y acudió a la llamada de la selección francesa. Hoy, apunta al once para desafiar de nuevo a Zidane y confirmar que sus halagos nunca fueron una casualidad.