La Juve de Pirlo promete y Cristiano Ronaldo no para

La Juventus de Pirlo empezó con muy buen píe. El triunfo con la Sampdoria, además del resultado, dio esa sensación que siempre faltó durante el único curso bianconero de Maurizio Sarri: a los jugadores este técnico le gusta y le siguen. El Maestro confirmó el 3-4-1-2 que estuvo preparando en estas semanas y, a la espera de la llegada de Dzeko (y al regreso del lesionado Dybala), utilizó a Ramsey a espaldas de Cristiano y Kulusevski. Además, demostró valentía apostando por McKennie (que fue uno de los mejores) y el joven Gianluca Frabotta (21 años), saliendo de inicio sin Bentancur, Arhtur y De Sciglio.

Los juventini se adueñaron del partido desde su comienzo, y si no lo sentenciaron antes del descanso fue por la falta de puntería y suerte de Cristiano. El luso desperdició dos ocasiones claras ante Audero, y en otra casi destrozó el larguero con un potentísimo disparo. El 1-0, eso sí, nació de otra iniciativa suya: el balón que acabó en la elegante zurda de Kulusevski, autor del tanto con una preciosa zurda desde el límite del área. El sueco, 20 años, confirma su talento también en su estreno oficial como juventino.

Los de Ranieri intentaron despertarse en la segunda mitad con Quagliarella, que el entrenador había dejado en el banquillo, pero los locales siguieron creando ocasiones y lograron el merecido 2-0 con Bonucci, que empujó entre palos el esférico tras un córner y un error de Bereszynski. En el tramo final también hubo espacio para el gol de Cristiano, que, hambriento como siempre, ya se estaba empezando a poner nervioso. El luso aprovechó un pase vertical de Ramsey con un derechazo cruzado, que supuso su diana 26 en los 26 partidos de 2020. Fue la guinda del pastel para la primera gran noche de Andrea Pirlo: su Juve promete.