Cinco victorias en el Villamarín, dos en las dos últimas visitas
Antoñito, en el regreso a Primera, firmó el 0-1; Plano y Guardiola se encargaron de sellar el 1-2 del año pasado. Inolvidable el 1-1 de la campaña 2008-09, con gol de Aguirre.
Pocas son las victorias del Real Valladolid en el feudo bético, cinco, pero dos de ellas las ha logrado en sus dos últimas visitas. Tras regresar a Primera de la mano de Sergio González en la campaña 2018-19, el resultado fue 0-1 con gol marcado por Antoñito (minuto 35). Era la jornada 9 y era también la cuarta victoria consecutiva del equipo, que aumentó después con un empate y una victoria más, es decir, 16 puntos de 18 posibles en seis partidos que se convirtieron en los cimientos de la permanencia. Aquel partido lo jugaron Masip, Moyano, Calero, Kiko, Nacho, Leo Suárez, Míchel, Toni, Alcaraz y Unal. También tuvieron minutos Borja y Anuar y se produjo el debut en primera División del vallisoletano Miguel de la Fuente.
Una campaña después, es decir la 2019-20, la liga comenzaba para el Valladolid en el Villamarín y lo hacía con buen pie. Nada más comenzar el árbitro Jaime Latre expulsaba al portero verdiblanco Joel por derribar a Sandro fuera del área cuando corría el minuto 8 de la primera mitad. Con mucho tiempo por delante, el Valladolid fue madurando el partido hasta que Guardiola marcó el primero. La sentencia llegaba en la segunda mitad con el gol de Óscar Plano, pero como no hay alegría sin sufrimiento, el Pucela tuvo que aguantar para ganar hasta el final ya que Loren; final del partido 1-2. Aquel choque lo jugaron Masip, Moyano, Salisu, Antoñito, Kiko, Nacho, Míchel, Alcaraz, Sandro, Plano y Guardiola (también jugaron Anuar, Waldo y Unal). En esa mencionada jugada en la que Joel fue expulsado, cayó lesionado Sandro, pero el partido sirvió para encumbrar a Salisu. Las lesiones y la sanción que arrastraba Barba obligaron al técnico a dar la titularidad al de Ghana y ya nadie fue capaz de quitársela.
El balance total habla de que el Valladolid es un equipo que suele puntuar en territorio bético, ya que en las 30 visitas efectuadas ha logrado sumar en 16, pues a las cinco victorias hay que sumar 11 empates.
Sin duda uno de los más recordados y celebrados fue el 1-1 de la era Mendilibar 2008-09. La campaña había sido buena hasta la jornada 27; el Pucela era noveno con 39 puntos, 13 por encima del descenso, pero no volvió a ganar un partido y se plantó en la última jornada con el agua al cuello, a sólo dos puntos del descenso. El choque era dramático, ya que el Betis sólo tenía un punto sobre el abismo. Estadio lleno a reventar y ambiente sofocante, tanto en la temperatura como en la presión de la grada. Tarde de transistores ya que en otros campos había resultados que influían, pero todo rodaba bien y ambos equipos estaban salvados al descanso, y más para el Valladolid ya que Aguirre (no había hecho casi nada en la temporada) abría el marcador en el 44 y dejaba el 0-1 antes del descanso.
La tensión era evidente y había equipos implicados como Osasuna que cerraban la Liga ante Barcelona y Real Madrid, pero los navarros tuvieron la fortuna de que los dos grandes ya no se jugaban nada en Liga y ganaron los dos partidos contra pronóstico, lo que rompió las cábalas de todos los de abajo. La segunda mitad se fue retorciendo con los resultados de otros campos y puntuar se volvía imprescindible para el Real Valladolid. Oliveira empataba en el 49 y provocaba el pánico en las filas de la grada pucelana. Aún así el equipo aguantó con la figura de Sergio Asenjo que se hizo gigante y paró todo lo que le llegó hasta el pitido del árbitro. El empate salvaba a l Valladolid y mandaba al Betis a Segunda, lo que provocó una oleada de incidentes y protestas dentro y fuera del estadio bético que contrastaba con la alegría de los centenares de aficionados castellanos que estuvieron allí. Ese partido lo jugaron Asenjo, Baraja, García Calvo, Óscar Sánchez, Marcos, Rubio, Pedro León, Borja, Goitom, Sesma y Víctor (también jugaron Iñaki Bea, Aguirre y Canobbio); lo cierto es que Aguirre que fue decisivo con su único gol como blanquivioleta salió al campo en el minuto 17 por la lesión de Pedro León y pocos minutos después hizo el gol.