El Lealtad pone al Racing ante sus limitaciones
El equipo asturiano, más experto y más fuerte, con tres africanos que abusaron de los racinguistas, desarboló por completo al equipo de Javi Rozada
No hubo que esperar a las 12 de la noche para que la carroza se convirtiera en calabaza. A las siete menos cuarto de la tarde ya estaba claro sobre el césped de Les Calelles que el once de circunstancias (faltaban en la convocatoria hasta media docena de titulares) no está listo hoy por hoy para los partidos físicos, trabados, perros si se quiere, que predominan en la categoría. Sin experiencia en la categoría y sin físico para ganar duelos (y menos los aéreos), el Racing dio durante muchos minutos una sensación de inferioridad indiscutible. Bien es verdad que 10 de los 11 titulares jugaban la pasada campaña en Tercera y su media de edad andaba poco por encima de la veintena.
El partido no empezó mal para los cántabros, especialmente porque Andrade y Saúl García, que debutaba en la pretemporada, encontraron el hueco para percutir por la izquierda y llegar una y otra vez, aunque sin remate final, a la línea de fondo. Un gran tiro de Benktib a la escuadra del Lealtad, que sacó a córner Mateusz con un gran paradón, fue el fin de fiesta racinguista. Desde ese instante no hizo más que achicar agua, superados los chavales racinguistas física y anímicamente por los leales, que subidos a los hombros de los tres africanos de su once inicial, central camerunés, extremo derecho de Ghana y delantero centro senegalés, a cual más alto y más fuerte, arrollaron a los de Rozada hasta el descanso. Tan mal pintaba la cosa que el ovetense, que entrenó tres años al Lealtad, cambió de sistema a la media hora, pasando a jugar con tres centrales y pasando a Camus como segundo punta. Dio lo mismo. O casi fue peor, según la jugada. Esa media hora dio el primer toque de atención de la pretemporada.
La segunda mitad, con seis cambios de saque, empezó todavía peor, con una indecisión entre Iván Crespo y Juan, ni el uno ni el otro se aclararon y acabaron regalando una ocasión que no desaprovechó Kofi, el ghanés de magnífica pinta que tienen los de Villaviciosa en la banda derecha, para adelantar, justamente, a los leales. Un robo de balón de Nico Santos, en el 52', propició una buena ocasión pero no cambió la dinámica del partido. El Racing lo seguía viendo todo negro. Goñi, Juan y Simón naufragaban en defensa, Íñigo, Martín y Dani González no podían con el músculo asturiano en la sala de máquinas y los de arriba no la olían.
En los minutos finales el Racing sufrió menos, no porque mejorara, sino porque el entrenador del Lealtad se apiadó del Racing y dio descanso a Otia, Kofi y Saha. Igualó el partido por abajo.
La visita a Les calelles, especial para Rozada y Pedro Menéndez, deja un sabor muy agrio en el puente de mando verdiblanco. Es verdad que Figueras, Gil, Maynau, Villapalos, Jon Ander y Rocky Balboa (más los cuatro o cinco fichajes que faltan) son bajas más que importantes, pero la sensación que dejó el Racing en Villaviciosa fue muy pobre. El mercado, eso sí, sigue abierto hasta el 5 de octubre.
