Las Palmas
Mauricio Lemos ya es jugador del Fenerbahçe
El central uruguayo se encontraba desde ayer en Turquía para cerrar su traspaso. Las Palmas se embolsa alrededor de 1,5 millones por esta operación.
En su cacareada necesidad de aligerar la carga económica de su plantilla, se sabía desde hace semanas que Mauricio Lemos era uno de los descartes prioritarios para Luis Helguera y Tino Luis Cabrera, respectivos director deportivo y secretario técnico de Las Palmas. Aunque el acuerdo era total desde hace días, hasta hace unos minuto no se ha hecho oficial que el central uruguayo ha sido traspasado al Fenerbahçe. Aunque no han trascendido cifras oficiales, la entidad grancanaria percibirá alrededor de 1,5 millones de euros por esta operación, maná ante el páramo económico que se avecina. Asimismo, su ficha era de las más altas del plantel.
El futbolista se encontraba desde ayer en Estambul para cerrar esta operación, pendiente solo de su revisión médico y gestión del papeleo propio de los contratos.
Lemos llegó a Las Palmas en 2015 como cedido por parte del Rubin Kazan, de Rusia, pero el club adquirió en propiedad sus derechos federativos unos meses más tarde. Con un rendimiento en decadencia, se despide de la UD con 81 partidos y 6 gole en su estadística. Con el equipo ya en Segunda División, estuvo cedido desde enero hasta junio de 2018 en el Sassuolo, de Italia, por donde pasó con mucha más pena que gloria.
El año pasado encabezaba la lista de descartes, pero Pepe Mel decidió apostar por él aprovechando su buen toque de balón que adivinaban además a un mediocentro defensivo en potencia. Una trayectoria más que irregular, lejos en cualquier caso de aquel pico de rendimiento en Primera, acabó con este anunciado traspaso.
Este anuncio precipitará la llegada del argentino Tomás Cardona en las próximas horas. Teniendo en cuenta que Mantovani está descartado por el club, Las Palmas apenas cuenta, de momento, con tres centrales: Aythami, Curbelo y Ález Suárez. De los seis que tuvo el curso pasado, ya salieron el propio Lemos y Deivid.
