Francisco cumplirá su contrato; el futuro de Stuani, en el aire
El técnico del Girona llegó para el final de curso y uno más y se mantendrá en el cargo. Mantener al charrúa una temporada más en Segunda será complicado.
Jornadas de reflexión en el Girona. El dolor por haberse escapado el ascenso a Primera será difícil de dejar a un lado, pero la dirección deportiva ya debe empezar a planificar la próxima temporada. Sabe que jugará otra campaña en Segunda y toca volver a hacer una plantilla competitiva para intentar, de nuevo, regresar a Primera. Se avecinan días ajetreados en Montilivi porque el presupuesto destinado para el próximo curso será muy inferior al presente y habrá que ajustarse. Por ello, el futuro de jugadores como Cristhian Stuani está en el aire.
Habrá altas y bajas, sin duda, y los primeros movimientos no han tardado en producirse. Tras caer ante el Elche, Francisco fue cuestionado por su continuidad y no piensa en salir. Tiene un año más de contrato firmado y quiere cumplirlo. Por otro lado, el pasado lunes seis jugadores ya dejaron de pertenecer a la disciplina rojiblanca. Se trata de los cedidos: Ignasi Miquel regresó al Getafe; Maffeo, al Stuttgart; Brian Oliván, al Cádiz; Rivera, a Las Palmas; Jordi Calavera, al Eibar; y Brandon Thomas, a Osasuna. Todos ellos tenían unas cláusulas en sus contratos de compra obligatoria en caso de ascenso, pero dado que no se ha logrado el objetivo regresan a sus clubes de origen. Está claro que hay futbolistas que la secretaría técnica gerundense le gustaría mantener, como Ignasi Miquel y Maffeo, pero tocará volver a negociar con las entidades que poseen sus derechos y el Girona no es el único club que ya les tiene en su agenda.
El golpe recibido por no ascender es duro, pero toca pasar página cuanto antes. Un punto a favor del Girona es que la mayoría de sus jugadores tienen contrato en vigor. Por ejemplo, Juanpe firmó hasta 2022, igual que Granell, Gumbau y Borja García, y Samu Saiz y Gallar lo tienen hasta 2023. Los que pueden irse gratis ya son Asier Riesgo y Jonathan Soriano. Eso sí, firmaron el pasado verano por una temporada con opción a otra y esta segunda es la que deben negociar en los próximos días si la rubrican o separan sus caminos. En cuanto al portero, hay opciones de que siga.
Al director deportivo rojiblanco, Quique Cárcel, le esperan días trepidantes. Pese a que tiene a la mayoría del grupo con contrato en vigor, el Girona cuenta con jugadores que acumulan ofertas. Y, una vez se tenga el límite salarial, tocará ver si se les puede mantener en la plantilla o bien se opta por traspasarles. Stuani es un gran ejemplo. Tiene contrato hasta 2023, pero su ficha es difícil de asumir otro año más en Segunda. Además, sus 31 goles este curso le colocan en un lugar preferente en el escaparate. Hay mucha incertidumbre.