23 de agosto de 2020, otra fecha de mal recuerdo para el Girona
Los rojiblancos cayeron en el duelo de vuelta de la final ante el Elche (0-1) y vivirán una temporada más en Segunda. “Para mí es un fracaso”, dijo Francisco.
El 23 de agosto de 2020 ya es una fecha de mal recuerdo para el Girona. El conjunto rojiblanco no logró sellar el segundo ascenso a Primera de su historia y está condenado a vivir una campaña más en Segunda. El fútbol quiso mostrarle, de nuevo, su lado más cruel porque, al margen de la expulsión de Stuani que marcó el duelo de vuelta de la final del playoff ante el Elche, los ilicitanos hicieron el 0-1 en el 96’. Objetivo incumplido y Francisco, en la rueda de prensa posterior al duelo, no dudó: “Para mí es un fracaso”.
La entidad rojiblanca apostó fuerte el pasado verano por fichajes como Riesgo, Gumbau y Samu Saiz y mantuvo en la plantilla a jugadores como Juanpe, Granell, Borja García y Stuani y ha sido imposible obtener recompensa. Las lágrimas de tristeza de los gerundenses volvieron a derramarse en Montilivi y esto es algo que, en las últimas campañas, no es una novedad. Las grandes citas en casa se le resisten al Girona y, a excepción del 0-0 que se logró ante el Zaragoza en 2017 y que les dio el ascenso a Primera, los últimos partidos decisivos en Montilivi han sido un fracaso. Son imposibles de olvidar, por ejemplo, el duelo de la última jornada de Liga de la temporada 2014-15. Todo estaba preparado para festejar el ascenso directo en Montilivi, pero el Lugo les empató en el 89’ (1-1) y les condenó a un playoff dramático y desaprovechado. Después, un curso más tarde, 2015-16, la final de un playoff volvió a decidirse en territorio rojiblanco y Osasuna lo conquistó y subió a Primera. Y otro más reciente fue el partido de la temporada pasada, ante el Levante, que selló el descenso virtual a Segunda. Los rojiblancos debían ganar para salvarse y cayeron 1-2.
Con la derrota ante el Elche, el Girona deberá esperar para vivir la tercera temporada en Primera de su historia. Lo cierto es que ha sido un curso convulso, cuatro entrenadores han pasado por el banquillo rojiblanco (Unzué, Martí, Juan Carlos Moreno y Francisco) y el playoff ha acabado siendo una pesadilla. La apuesta por Francisco dio alas a los gerundenses, pero no ha sido suficiente. No ha habido ascenso y se pone el broche a un curso con más penas que alegrías. Es más, en las 42 jornadas de Liga que disputaron los rojiblancos, nunca lograron estar en puestos de ascenso de directo y solo una vez, en la jornada 41, se colocaron entre los cuatro primeros. En 24 jornadas ocuparon puestos de playoff (17 como quinto y seis como sexto) y en 18 estuvieron fuera de la promoción. Toca volver a empezar.