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RACING

El trabajo físico comparte protagonismo con el balón

Cueli y Gutiérrez, los preparadores físicos, hacen especial hincapié en los ejercicios preventivos de cara a eludir lesiones en estas primeras semanas

Santander
El trabajo físico comparte protagonismo con el balón
Nacho CuberoDIARIO AS

Las partes dedicadas al acondicionamiento físico son un remanso de paz en La Albericia. No para los jugadores, claro, que sudan la gota gorda, pero en unas Instalaciones cerradas al público casi se oye el vuelo de una mosca mientras los futbolistas atienden las indicaciones del dúo de Polanco, Lolo Cueli y José Ángel Gutiérrez, los preparadores físicos, poco dados a los gritos. En eso no se parecen a Ismael Fernández, el preparador físico de Marcelino, consultor en la distancia (por amistad) y el hombre que recomendó la contratación de Cueli. La línea de trabajo, con el celo máximo en el pesaje y las mediciones de grasa, los microciclos y el resto de los capítulos del librillo que ha llevado al éxito a Ismael Fernández, va a ser la misma que tan bien le sentó al Racing en las dos etapas de Marcelino.

De momento, tal y como explicó Lolo Cueli tras la sesión, en la primera rueda de prensa de la pretemporada, en estas primeras jornadas de trabajo están poniendo especial celo en el trabajo preventivo de cara a evitar en la medida de lo posible las lesiones musculares, tan habituales en estas fases de la pretemporada. De momento lo están consiguiendo y los 18 jugadores que se pusieron ayer a las órdenes de Rozada han completado los dos entrenamientos sin mayores problemas que los síntomas de agotamiento que provocan a los futbolistas alguno de los ejercicios propuestos. Hoy, sin ir más lejos, un rondo de seis contra dos llevó al límite a varios jugadores. Lo normal cuando se mete intensidad en el arranque de la pretemporada.

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Nacho CuberoDIARIO AS

Cuando entra en acción Javier Rozada el silencio pasa a ser un recuerdo y se dispara el medidor de decibelios. El Racing ha tenido entrenadores asturianos de ademanes tranquilos, como Paquito, Muñiz o Paco Fernández, y otros volcánicos como Marcelino o Iván Ania, Rozada es de estos últimos, sin duda. Con todos ellos, por cierto, al Racing le fue entre muy bien y extraordinariamente (a pesar de lo poco que se reconoció la 12ª posición de Muñiz en Primera, solo igualada desde entonces por Marcelino, y su paso más que digno por la Europa League).

La fijación de Rozada, que todavía, obviamente, no ha organizado partidillos, es que sus futbolistas interioricen la necesidad de presionar con fiereza en cuanto pierdan el balón. Esa quiere que sea su marca de la casa en esta campaña en la que solo vale una cosa: ascender.