El Bayern pierde, pero demuestra que el Lyon no es imbatible

Este precioso formato de la Champions femenina ha permitido ofrecer dos joyas en San Mamés en dos días consecutivos. En la entrega del viernes, el Barcelona, el equipo español con más pedigrí y aspirante a la corona continental, sufrió lo indecible ante un heroico Atlético de Madrid. Y en el pase del sábado, el Olympique Lyon, que aspira a una manita consecutiva de Champions, tuvo que sudar de lo lindo ante un Bayern muy bravo para pasar a semifinales, en las que se verá con el PSG en el pulso de rivalidad francesa. La Final a Ocho da respeto y el marco, San Mamés con un silencio sepulcral, aún añade más peso. No hay segundas oportunidades, nada de 90 minutos extra para tratar de corregir un error, por eso los grandes afrontan estas eliminatorias con respeto.

El equipo de Vasseur, una verdadera constelación de estrellas mundiales, ya venía a Bilbao con el susto de su Copa, resuelta precisamente ante su próximo rival por penaltis, en el cuerpo. Y la ausencia de su gran delantera noruega Hegerberg dibuja un equipo menos arrollador que en otras ocasiones. Tras desatascar un partido angustioso, con 2-0 en el minuto 58, le entraron dudas por un tanto del Bayern, y acabó pidiendo la hora.

A las galas les costó mucho elaborar en el primer tiempo. El Bayern, con un punto más de chispa demostrando que su liga ha terminado, se fue creciendo según pasaban los minutos y creaba dudas en el Lyon, al que le angustiaba la idea de perder por primera vez en su historia en cuartos. Este se fiaba de la buena ruta de Cascarino, pero apenas creaba ocasiones.

El melón lo abrió el campeón de Europa al filo del descanso, cuando de la nada Le Sommer bajó un balón y dio una asistencia a ese rayo que es Parris, que cogió la calle central. Demann, muy blanda y relajada, se dejó comer la tostada y la meta Benkarth salió algo tarde. Lo único que paró es la cabeza de la rival británica, que quedó tocada sobre el terreno de juego, aunque pudo incorporarse.

A Kumagai le costaba organizar en el medio campo, pero el técnico Jean Luc Vasseur la mantuvo en el campo. Tras el gol, tuvieron más posesión, ese 1.0 les dio tranquilidad. Una falta en la frontal permitió a Majri sacar a pasear su zurda. Una obra de arte a la escuadra que parecía sentenciar la semifinal, aunque la meta Benkarth pudo hacer algo más. Pero el conjunto bávaro sacó a relucir su orgullo y en una falta lejana lateral, en el minuto 65, acortó distancias por medio de Simon, a través de un centro chut envenenado que se coló en la meta el Olympique en un bosque de piernas. Asseyi dio mucha más profundidad y las germanas acabaron embotellando al ogro francés. Damnjanovic tuvo la mala suerte de permanecer solo 14 minutos en el campo por una lesión. Cayó con honor y el Bayern demostró que este Olympique de Lyon, que se tomó la revancha de la eliminatoria de categoría masculina, no es ni mucho menos un ogro imbatible.