El Girona, a por su tercera final de playoff en los últimos ocho años
Los rojiblancos esperan no volver a fallar porque en la final de la temporada 2012-2013 perdieron contra el Almería y en la de 2015-2016, ante Osasuna.
El Girona vuelve a tener esa sensación de nerviosismo e ilusión previo a la disputa de una final de playoff. Y esto es algo que no es una novedad. En los últimos cursos, el conjunto rojiblanco se ha especializado en disputar finales de temporada decisivos y le toca vivir uno más. Pero no uno cualquiera porque puede sellar el ascenso, de nuevo, a Primera en lo que será su tercera final de playoff en los últimos ocho años. Las dos anteriores, en las temporadas 2012-13 y 2015-16, Almería y Osasuna, respectivamente, le privaron del sueño. El jueves arranca con el duelo de ida ante el Elche.
En el vestuario rojiblanco hay optimismo, pero no relajación. Francisco ha inculcado un gen de sacrificio y competitividad al grupo que le está encumbrando y están disputando el playoff en unas condiciones mentales y físicas excelentes. No les espera una eliminatoria sencilla ante el Elche. Eso sí, tiene a su favor que la vuelta será en Montilivi y que su mejor clasificación en Liga le sonríe en un posible empate. Pero el Girona irá a por el triunfo en cada duelo y espera que la suerte de los playoff por fin esté de su lado. En las dos últimas finales de la promoción le ha tocado llorar de tristeza por no haber alcanzado el objetivo. Ahora, la sensación en el vestuario es que a la tercera irá la vencida. Los jugadores gerundenses tienen experiencia y el grupo es compacto. Confían en sus posibilidades y, además, Francisco parece que ha dado con la tecla.
No acordarse de las derrotas en las dos últimas finales será clave para no venirse abajo en los momentos en los que el Elche apriete. Muy reciente fue el golpe que se sufrió la temporada 2015-16 ante Osasuna en la final. Y más teniendo en cuenta que el duelo de vuelta, tal y como sucederá esta vez, se disputó en Montilivi. En Pamplona, los rojiblancos cayeron 2-1 y en casa volvieron a perder (1-0). Se esfumó un sueño, pero ahora está intacto. Los gerundenses están a tan sólo dos partidos de volver a saborear la Primera División.