Carlos Ruiz, el blanquiazul más veterano del vestuario

La tenacidad de Carlos Ruiz le llevó a cumplir su sueño de debutar en el fútbol profesional con 29 años, una edad en la que la gran mayoría tira la toalla. Fue con la Ponferradina con quien consumó su deseo dejando en el camino al Tenerife en la final por el ascenso. Sin saberlo, ese partido sería clave para que el andaluz recalara en la Isla una campaña después.

De esta manera, el de Baza se ha convertido en el futbolista más veterano del vestuario blanquiazul. Con 37 años cumplidos a finales de julio manda en este apartado superando a otros experimentados miembros del equipo como Aitor Sanz (cumple 36 en septiembre), Suso (35) o Dani Hernández (celebra 35 a fines de octubre). Con el paso de las temporadas, además, es uno de los capitanes del equipo.

El pasado febrero, cuando renovó una temporada más, el central admitió que desde que Juan Carlos Cordero habló con él “di el sí sin querer saber las condiciones. No lo puedes pensar ni un segundo cuando llevas tanto tiempo en el Tenerife. Nunca he estado tanto tiempo en ningún equipo. Me siento identificado con los valores del club y de la gente de aquí. Mi mujer y yo no podemos pedir más; ojalá pueda colgar las botas en el Tenerife, porque estoy muy feliz. Estoy donde quiero estar”, manifestó.

Carlos Ruiz recaló en la Isla en verano de 2013 de la mano de Quique Medina quien en ese entonces era el Director Deportivo. Se estrenó un 18 de agosto con derrota en Alcorcón (1-0) y desde entonces ha disputado 225 partidos como blanquiazul. Anotó 14 goles y fue expulsado en ocho ocasiones. Posiblemente entre sus festejos más recordados estará el que logró ante Las Palmas en mayo de 2019 donde su ingreso al campo fue providencial para remontar el derbi.

Esta pasada temporada, con mucho menos protagonismo que las anteriores (solo jugó 20 partidos), nunca levantó la voz ni se quejó siendo un ejemplo de profesionalidad y entusiasmo dentro del vestuario. Con Baraja, por ejemplo, apenas participó aunque tuvo el premio de hacerlo en Soria, en la despedida de la campaña.

Con la misma ilusión de siempre se presentó este pasado viernes a los reconocimientos médicos para comenzar una nueva temporada, la octava consecutiva en el club. Ya admitió que le gustaría retirarse en el Tenerife, pero sueña con algo mejor: ascender a Primera División.