El Espanyol no quiere ni puede seguir un día más sin entrenador
Tanto si se desbloquea la salida de Vicente Moreno del Mallorca como si debe apretar por su opción B, el club ha llegado a su límite. La pretemporada, a la vuelta de la esquina.
Hace más de dos semanas que concluyó LaLiga, y prácticamente cinco desde que el descenso se consumó matemáticamente. Pero el Espanyol sigue sin entrenador. Lo que más pesa, sin embargo, no es esa rémora del pasado, sino lo que está por venir. Saben en el club que no puede pasar más tiempo sin técnico porque la pretemporada 2020-21 está a la vuelta de la esquina.
Será la próxima semana cuando volverán al trabajo los jugadores del Espanyol, y deberán hacerlo con cierta previsión. Con quién cuenta el nuevo técnico, a qué jugadores del filial acepta incluir en esas primeras semanas de entrenamiento. Y, sobre todo, la conveniencia de que alguno de los fichajes en los que se ha avanzado en las últimas semanas a la espera del visto bueno del preparador puedan llegar para compenetrarse con la plantilla desde el estreno. Casos de Keidi Baré o de Fran Mérida.
Es urgente, en consecuencia, que tome el Espanyol una decisión en cuanto a Vicente Moreno. No puede esperar eternamente a que el Mallorca dé su brazo a torcer con el importe de su cláusula de liberación (de un millón de euros), habida cuenta de que el club perico se desentiende de la misma, porque no tiene dinero, o al menos eso argumenta, para abonar una parte.
Y, en caso de que la situación del técnico valenciano no se desbloquee ya, se activará inmediatamente el plan B para el banquillo. Una negociación que sí debe ser rápida y resolutiva, con lo que se descartarían técnicos inmersos en la promoción de ascenso a Primera. En definitiva, el Espanyol ni puede ni quiere esperar más.