Machín y Gallego encuentran acomodo lejos del Espanyol
Fueron los dos primeros técnicos el año del desastre. El catalán ha firmado por el Sporting. El soriano se va a China. Abelardo descansa. Rufete sigue en el club.
Fueron los dos primeros entrenadores del Espanyol en la temporada del desastre. David Gallego comandó de inicio al primer equipo, con la clasificación para la liguilla de la Europa League y durante ocho jornadas de LaLiga. Pablo Machín le sucedió durante otras diez jornadas, hasta el parón navideño. Cinco puntos sumaron cada uno. Meses después, ambos abandonan la cola del paro y han encontrado acomodo de un modo prácticamente simultáneo.
Presentado este miércoles en el Sporting de Gijón, que será precisamente rival del Espanyol el próximo curso en Segunda División, Gallego reconoció que tuvo su “parte” en el descenso perico. “Yo estuve allí ocho jornadas y me hubiera gustado que se mantuviera en Primera División, de eso no tengo ninguna duda”. Aunque advirtió: “Tengo que cerrar la etapa del Espanyol, donde he estado casi siete años, y que me ha hecho crecer como entrenador y como persona. Me llevo muy buenos recuerdos, la afición en general me ha tratado de maravilla, y espero que le vaya muy bien de ahora en adelante”.
Por su parte, firma Pablo Machín por el Qingdao Huanghai, con el que debutará en la Superliga china una vez haya superado la protocolaria cuarentena por la COVID-19. El soriano se marcha junto a Jordi Guerrero y Jordi Balcells, que ya le acompañaron durante su etapa en el Espanyol. Aterriza a un club que se estrena en la máxima categoría tras una longeva etapa al mando del catalán Jordi Vinyals, que lo acercó a un ascenso materializado por Juanma Lillo, quien se marchó al Manchester City con Pep Guardiola.
De la temporada del desastre queda pendiente el futuro de Abelardo Fernández, destituido hace apenas un mes después de haber sumado 14 puntos en 13 jornadas –y al que curiosamente liga una estrecha relación sentimental al Sporting ahora dirigido por Gallego–, mientras que el cuarto entrenador, el que certificó el descenso y sumó solo un punto en siete partidos, Francisco Joaquín Pérez Rufete, es el único que continúa en el Espanyol, reforzado además en su rol de director deportivo.