Los diez momentos que han marcado la Liga del Atlético
El equipo rojiblanco finalizó en la tercera plaza completando el objetivo, aunque no fue fácil. Lesiones, sequías, problemas fuera... hasta regresar del confinamiento.
El Atlético culminó en la antepenúltima jornada su clasificación para la próxima Champions y con su empate ante la Real Sociedad consiguió volver a acabar entre los tres primeros clasificados por octava temporada consecutiva, todas las completas con Simeone en el banquillo. Sin embargo esta ha sido una de las campañas más complicadas para el Cholo, quizás la que más, antes de conseguir el objetivo. Una plantilla con muchísimas caras nuevas que vivió constantes altibajos durante la temporada hasta ir completando su transición después del parón por coronavirus y que ahora mira con esperanzas a la Champions.
Inicio fulgurante al liderato
Simeone avisó que se avecinaba un año de transición desde antes de comenzar la temporada, pero nadie parecía creerlo cuando el Atlético se situó en la tercera jornada como líder. El único equipo de LaLiga capaz de sumar los nueve primeros puntos del tirón, con milagro ante el Eibar en la tercera jornada después de comenzar perdiendo 0-2 para acabar remontando en los últimos instantes con un gol de Thomas que situaba el 3-2. Antes se había estrenado João Félix y había hecho su segundo tanto Vitolo, después del conseguido ante el Leganés para sumar la victoria en Butarque. Un total de tres de los cinco goles del equipo conseguidos por suplentes, una tónica desde el banquillo que se repetiría toda la competición y se potenciaría tras el confinamiento. El primero de LaLiga lo hizo Morata con un cabezazo para derrotar al Getafe.
Varapalo en el Reale Arena
El Atlético se presentaba al partido contra la Real Sociedad como líder y con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid y cinco frente al Barcelona. Dos equipos que habían comenzado con más pinchazos que nunca y con un Atlético que no estaba notando las bajas del verano con sus caras nuevas muy adaptadas... hasta llegar a casa de la Real Sociedad. Tras una primera parte con muchos jugadores ofensivos (Lemar, Vitolo, João Félix y Costa de inicio) pero sin remates a puerta, el equipo vasco se hizo con el dominio del partido y en tres minutos consiguió los dos goles que rompían el equilibrio, el segundo de ellos conseguido por Monreal noqueando a Oblak con su disparo y dejando al Atleti sin su meta para acabar el encuentro. Un duro golpe y una primera derrota donde comenzaron a verse carencias para generar peligro en la meta rival.
Sequía goleadora
Tras ese primer partido sin marcar, el Atlético comenzó a entrar en barrena y a tener en cada llegada al área rival una quimera. Muchas primeras partes sin rematar y en las segundas, pese a espabilar, la falta de definición impedía sumar los tres puntos. Pese a la victoria en Mallorca por 0-2, el Atlético encadenó cuatro de los cinco partidos entre la jornada cuatro y la ocho sin marcar. Aunque no perdió contra el Celta, en el derbi ante el Real Madrid, ni frente al Valladolid, sumar dos goles en cinco partidos alejaron el liderato e iniciaron una racha de empates que se amplió ante el Valencia (1-1).
Penalti en Sevilla
Derrota definitiva contra el Barça
El Atlético dijo prácticamente su adiós definitivo a competir la Liga en la jornada 15. El Barcelona visitaba el Wanda Metropolitano con una ventaja de cuatro puntos sobre los rojiblancos, que en el caso de ganar apretaban todos los puestos de arriba. El Cholo preparó un planteamiento atrevido, buscando morder al Barça para ganar en Liga ante un equipo al que no se le derrota desde 2010 en la competición. Hermoso tuvo una ocasión de oro, pero se estrelló con Ter Stegen. Mismo caso que Morata, que volvió a verse con el muro alemán. Tras una primera parte fantástica pero sin goles, en la segunda, donde el Atlético pidió la expulsión de Piqué, se decantó del lado blaugrana gracias a un gran gol de Messi. Una derrota que provocó que el Barcelona se marchase a siete puntos.
Las lesiones se ceban con la plantilla
El Atlético comenzó a encadenar lesiones en su plantilla hasta llegar a tener que sudar la gota gorda para completar las convocatorias. Sin los centrales titulares, con Savic y Giménez de baja, con Costa y Morata alternando los problemas físicos, Simeone se quedó sin las variantes que tanto rédito le habían dado desde el banquillo, acudiendo al Atleti B para salvar las listas. En la derrota contra el Eibar (2-0) el banquillo estuvo compuesto por Adán, Hermoso, Lodi, Llorente, Clemente, Riquelme y Camello, todos los jugadores ofensivos (por entonces Llorente jugaba más atrás) del segundo equipo. Sin Koke, una de las lesiones más dolorosas para el equipo, Costa o Lemar disponibles. Unos males que se alargaron hasta acudir al Santiago Bernabéu (1-0) en la jornada 22 sin Trippier, Arias, Giménez, Koke, João Félix, Diego Costa o Herrera.
Una victoria fuera para respirar
Uno de los grandes males del Atlético durante toda la temporada fueron sus encuentros como visitantes. Tras vencer en Butarque en su primera salida y volver a ganar en Mallorca en su tercer partido fuera, encadenó cinco empates consecutivos lejos del Wanda Metropolitano. Hasta llegar al Benito Villamarín, donde la entrada de Correa cambió el partido para devolver los tres puntos de visitante. El argentino marcó un minuto después de entrar al campo regateando a Joel y asistió a Morata para poner el 0-2 contra el Betis. En el último segundo Bartra recortaría distancias. Una victoria de visitante en plena racha de triunfos (con la Champions y Supercopa se encadenaron cinco) que finalmente fue un espejismo, ya que el Atlético no volvería a ganar fuera hasta después de la pandemia en El Sadar. Otros cinco partidos de visitante con la incapacidad de salir vencedor.
Vuelta del confinamiento
El Atlético llegó al parón por la crisis sanitaria del coronavirus en plena euforia después de eliminar al Liverpool en Champions de forma mágica, pero ocupando la sexta plaza en Liga tras empatar contra Espanyol y Sevilla. Con Barça, Madrid, Sevilla, Getafe y Real Sociedad por delante en la tabla, se llegó a barajar desde LaLiga la opción de dar por finalizada la Liga con el Atlético fuera de la máxima competición europea. Sin embargo la garantía sanitaria permitió retomar la competición y Simeone volvió con un objetivo claro, exprimir al máximo su plantilla, rotando ante la cantidad de partidos seguidos, para agarrar los puestos Champions cuanto antes.
El mejor nivel de la temporada
Y con más de cinco rotaciones entre partido y partido, el Atlético alcanzó la velocidad de crucero. Un empate en San Mamés dio paso a una racha de cuatro victorias consecutivas (Osasuna, Valladolid, Levante y Alavés), hasta tomar la tercera plaza en la jornada 30 tras derrotar al conjunto pucelano e ir ampliando distancias con los pinchazos especialmente de Getafe y Real Sociedad. Pero además de la racha, varios jugadores hasta el momento secundario comenzaron a dar un paso adelante. La mejor versión del curso de Savic, Giménez y Arias atrás y el boom de Llorente y Carrasco en ataque. El '14' pasó de recurso puntual al jugador más en forma en la delantera y el belga demostró por qué el Cholo había avalado su vuelta en enero. También Diego Costa fue recuperando sensaciones.
Champions certificada
Así, con los resultados acompañando a las buenas sensaciones en el regreso a la competición, el Atlético consiguió la clasificación matemática para la Champions con su victoria ante el Betis en la jornada 36. Un triunfo de mérito, tras dos goles anulados por el VAR y jugando 40 minutos con un futbolista menos por la roja directa de Hermoso. Culminó la victoria un gol de Costa aprovechando un fantástico balón de Carrasco tras una falta que él mismo había provocado y el Atlético aseguró el objetivo con dos jornadas de ventaja. Algo que parecía muy complicado antes del parón, finalmente se logró holgado, con ocho jornadas seguidas instaladas en el puesto. El triunfo en Getafe con los goles de Llorente y Thomas permitió que un empate ante la Real Sociedad sirviese para cerrar la tercera plaza, el puesto que corresponde por presupuesto y que supone un refuerzo económico. Ahora el Atlético puede centrarse en la Champions tras conseguir lo que tanto trabajó durante el parón y con una racha de 18 partidos seguidos sin perder y marcando en todos ellos, algo que tanto se atragantó durante más de media temporada.