Primera derrota de Rubén Baraja en el Heliodoro
El Tenerife estaba invicto en su estadio en este 2020 ya que su última derrota había sido en noviembre de 2019, justo un partido antes de la llegada del vallisoletano al banquillo. El Lugo rompió la dinámica.
El 2020 había vuelto a convertir al Heliodoro en el habitual fortín del Tenerife hasta que el Lugo tiró la estadística por la borda. Con el gol de El Hacen, los gallegos le propinaron a Rubén Baraja su primera derrota en el Rodríguez López, donde los blanquiazules llevaban más de siete meses imbatidos.
El último capaz de vencer en la Isla había sido el Almería de Guti, quien el 30 de noviembre del año pasado ganaba 1-3 ante el Tenerife entrenado en ese momento por Sesé Rivero. Lo curioso es que antes de ese duelo, al Tenerife le costó mucho sumar de a tres. Tanto es así que llegó a perder ante Fuenlabrada, Extremadura o Real Oviedo, una situación muy poco habitual. "Eso no era lo normal", reconocían los miembros del vestuario por aquellos días.
Todo mejoró con la llegada de Baraja porque tras igualar 0-0 contra el Alcorcón antes del parón navideño, el nuevo año cambió la dinámica radicalmente. Albacete (4-2), Girona (1-0), Sporting de Gijón (2-1), Elche (1-0) y la Ponferradina (1-0) antes de la Cuarentena enderezaron las estadística en casa. Solo el Rayo Vallecano (0-0) fue capaz de puntuar.
Después del confinamiento, los números no fueron tan espectaculares, pero nadie había sido capaz de llevarse la victoria de la Isla: el Málaga (0-0), Deportivo (1-1) y el Real Zaragoza (1-1) empataron, mientras que el Mirandés cayó goleado (4-1). Ante el Lugo parecía que la buena racha se mantendría, pero en la prolongación, los lucenses ganaron 1-2.
"No se puede poner en duda el trabajo de los jugadores", remarcó Baraja tras la caída que dejó al Tenerife sin opciones de Playoff, "El dolor es grande y es una lástima, pero repito que debemos valorar el trabajo". El técnico se mostró agradecido al Tenerife "por la oportunidad que me ha dado. He recibido mucho apoyo en la toma de decisión. Se ha instaurado una mentalidad en el trabajo del día a día. Tendré que recapacitar, sentarme y pensar las cosas. No tengo tomada ninguna decisión", dijo sobre su futuro.