Obeng vale una permanencia

El Oviedo quiso cerrar sus asuntos cuanto antes y solo tardó 6 minutos en golpear. Grippo sacó en largo, en busca del barullo cerca del área. Olarortua no midió bien y Obeng, que se mantuvo en el once de Ziganda, olió el falló. El africano tocó con elegancia por encima de Crespo para acercar el objetivo a los azules.

Y eso que el Racing respondió de inmediato. De la jugada del saque central salió un balón sin dueño entre Arribas y Lunin. Hidalgo sacó provecho de la confusión birlando la pelota y embocando. Pero el VAR reclamó un visionado de la acción. El racinguista había tocado con el brazo; gol anulado.

El partido fue carente de ritmo desde el primer momento. Con poco orden y con dos equipos que miraban al arco rival. Sangalli probó a Crespo desde lejos y el Racing puso la réplica en otra incursión de Hidalgo, eléctrico, que Lunin desbarató tocando con la palma del guante derecho. El Oviedo pudo aumentar la ventaja con ayuda visitante. Centró Bárcenas, tocó Moi Delgado sobre su propia meta y Crespo detuvo en la línea. La última del primer acto fue para los cántabros, pero Lunin despejó el remate de Olaortua.

La segunda mitad no ofreció tantas opciones de gol. El partido se aletargó. El carrusel de cambios intentó agitar las cosas, especialmente en el bando visitante.

El Racing dio un paso adelante a medida que pasaban los minutos y el Oviedo se reservó los sustos a la contra, pero siguió sin haber ocasiones que saborear. El choque no tuvo mucha más historia y terminó con el Oviedo celebrando la permanencia, un mal menor en una temporada para olvidar.