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Valladolid es crucial para no cuajar la peor campaña de ABA

Si pierde en Zorrilla el Betis igualará el 15º puesto de la 2016-17. SI además gana el Alavés quedaría el 16º, que sería su clasificación más baja de las últimas cinco temporadas.

Canales y Juanmi, consternados ante el Alavés.
Toni RodriguezAS

La derrota ante el Alavés provocará que el Betis se plante en la última jornada jugándose ante el Valladolid la honra, el maquillaje y bastante orgullo, al menos para sus principales dirigentes, Ángel Haro y José Miguel López Catalán. Si pierden en Pucela los verdiblancos finalizarán el campeonato en el puesto 15º como máximo e igualarán así la peor clasificación desde que la plataforma ABA (Ahora, Betis, Ahora) se hizo con las riendas de la entidad hace ya casi un lustro, en septiembre de 2015. La cosa puede ser aún peor: la derrota en Zorrilla y una eventual victoria del Alavés ante el Barcelona provocaría que se cayera otro puesto en la tabla, con lo que la posición final sería la 16ª.

Aquel 15º puesto se produjo en la 2016-17, con Gustavo Poyet primero en el banquillo, luego con Víctor Sánchez del Amo y finalmente, en las dos últimas jornadas, con el interino actual, Alexis Trujillo. El Betis acabó sumando 39 puntos, menos incluso de los que tiene ahora. Cierto es que los verdiblancos se habían salvado a falta de cuatro jornadas, dos antes que este año debido a la pésima serie perpetrada por los tres equipos que acabaron entonces por bajar a Segunda, Sporting, Osasuna y Granada.

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Un año antes, con Pepe Mel y, destituido éste, Juan Merino como entrenadores, el Betis finalizaba 10º en la tabla, con 45 puntos. Unos guarismos que en ningún caso podría conseguir ahora. Igualmente en mitad de la tabla, con 50, terminó la 2018-19 pasada, clasificación que se llevó por delante al entrenador Quique Setién y al máximo responsable deportivo Lorenzo Serra Ferrer a pesar de haber sido aderezada con unas semifinales de Copa del Rey y unos dieciseisavos de Europa League. Porque un año antes, con la dupla al mando, el Betis se había metido en la segunda competición continental al lograr su mejor puntuación en más de una década, 60, y alcanzar de esa manera el sexto puesto.