Szymanowski: "Si sacamos los seis puntos, nos salvaremos"
El capitán del Leganés podría volver a jugar en San Mamés, donde salvó al equipo hace tres años. "Nadie del club me llamó para renovar. No sé qué pasará"
Alexander Szymanowski (Buenos Aires, 31 años) es una batalla recurrente. Su vida no es vivir. Es pelear. Primero, para eludir una vida compleja en su país. Luego, para llegar a la élite. Ahora, para evadir unas lesiones que, desde hace dos años y medio, sólo le han dejado jugar cinco minutos en competición oficial. Afortunadamente para él, eso, batallar, se le da de lujo.
Por eso ahora está en disposición de jugar los últimos partidos de temporada. El siguiente será en San Mamés, escenario en el que logró el gol de la permanencia la primera campaña blanquiazul en la élite. "Es un estadio especial", cuenta en ésta, su primera entrevista desde que regresó a las convocatorias tras más de 400 días sin aparecer en una. Hace casi un año, el 31 de julio de 2019 se rompió el cruzado y desde entonces, no ha vuelto a jugar ni en amistosos.
Ahora aspira a hacerlo para ser, de nuevo, un héroe más en la salvación pepinera. "Si sacamos los seis puntos que restan, nos mantendremos", vaticina al tiempo que reconoce que "cuanto más ruido hay en el exterior, más nos hemos unido dentro y es cuando mejor nos ha ido". Un compromiso que ve en los entrenamientos. "Son batallas. Aguirre ha tenido que parar alguno por exceso de tensión", admite. También admite que le gustaría que el Vasco siguiera, aunque ni él mismo sabe qué será de su futuro. "El club no me ha llamado aún. Leganés será una prioridad, pero no seamos tonto, ni yo soy el único extremo del mundo, ni el Leganés el único club. Si ambas partes quieren que continuemos, se continuará, pero si alguien no quiere que siga, evidentemente estaríamos hablando de fin de ciclo".
Mañana visita San Mamés, ¿escalofríos de emoción?
Y todo lo que te puedas imaginar positivo. He visitado dos veces San Mamés en dos años consecutivos y en ambas marqué. Dos goles que fueron importantes para la historia del Leganés. El año del ascenso y la primera permanencia la permanencia. Fue importante para mí, para mi familia, para mi madre que estuvo en ambos viajes. Lo asocio a momentos únicos y entre ellos, el gol de la permanencia, el momento más importante de mi carrera.
El partido de mañana apunta a ser más importante incluso que aquellos.
Sí, tiene la misma importancia. En aquella ocasión dependíamos de nosotros mismos. El empate nos dejaba en Primera y ahora nos vemos en la obligación, 100%, de ganar y esperar a ver qué pasa. Evidentemente la importancia es la misma, la permanencia, pero el reto es más grande.
Ahora el empate no sirve.
Las matemáticas dicen que, con cuatro puntos, ahora mismo, hay opciones, sí, pero no iremos a empatar, sino a ganar el partido porque, evidentemente el empate dejaría en manos de un milagro de los grandes, divino, salvarse. Iremos a por los tres puntos desde el minuto uno.
También jugará el Leganés el Betis – Alavés con los locales ya sin objetivos. ¿Confían en que vayan a tope?
Mira, te soy sincero. Si algo nos ha caracterizado en los últimos partidos en los que hemos sumado 7 de 9 puntos es que no hemos hecho cuentas. Antes sí. Mirabas y decías “si pierde éste y ganamos nosotros, nos metemos aquí o ahí”… eso pasa en todas las familias pero decidimos olvidarnos del planeta, centrarnos en nosotros y cerrar nuestra portería. Nos centramos en nuestro juego, en nuestros virtudes y defectos y así nos ha empezado a ir bien. No tiene sentido mirar al resto. Así lo haremos en San Mamés. Obvio que dependemos de otros, pero yo personalmente tengo todos mis pensamientos sólo en nuestro partido.
Así que no habrá transistores…
Imagino que alguien estará atento… pero el año de la primera permanencia, que también dependíamos de un Eibar – Sporting, nos prohibieron a todos los jugadores tener al descanso algún tipo de información. Hace daño tener información de fuera. No te centras en lo tuyo. Trasladado a ahora, si hacemos eso, veo al Alavés perdiendo, pero nosotros no ganando, con lo cual, por experiencia propia, cuanto más centrados estemos en lo nuestro, mejor. Los de fuera estarán pendientes. Pero a nosotros nos da igual. Tenemos que ganar.
Pero el Alavés – Getafe del lunes, lo vería, ¿no?
Sí, sí, yo personalmente sí. Sé que hay compañeros que no lo han visto. Yo lo vi. No había otra cosa mejor que hacer en esa hora, así que me puse el partido. Es verdad. No seamos tontos, es así. Pero yo a lo que me refiero es centrarte cuando juegas. Cuando entrenas. Centrarse en lo nuestro. Pero si hay un Alavés – Getafe en el que, si el Getafe gana, te ayuda, pues lo ves, por una vez en la vida te pones la camiseta del Getafe. Es verdad que no ganó… pero tampoco el Alavés. Seguimos vivos.
¿Hubo pinchazo en el estómago cuando vio que el Getafe no ganaba?
Mira, es que yo soy de los que creo que tendremos que sacar los seis puntos que restan para salvarnos. Si los sacamos, empezando por San Mamés, estaremos un año más en Primera.
Así que en ese vestuario aún hay esperanza…
Ahora más que nunca. Si en algún momento hemos tenido temporada es en éste. No tanto por los puntos a los que estamos de la permanencia, sino por la sensación, por la sintonía que se ha creado estos días en torno a estos últimos partidos. Por las críticas que se han recibido por creer que podíamos jugar al empate en Eibar y cómo vencimos al Valencia. Cuanto más ruido hay en el exterior, más unidos estamos en el interior. Se ha demostrado. Estamos en un buen momento grupal. Empezamos la casa por la base. Alguno creerá que nos hemos acordado un poco tarde, pero que no nos diga que no moriremos de pie.
En la plantilla, ¿quién es el kamikaze de la fe?
Mira, eso, sinceramente, no tiene respuesta. Te explico: en cada entrenamiento se demuestra. Algunos podrían estar diciendo que si hay que salvarse, que si hay que darlo todo, y luego que dé igual lo que diga porque entrena a medio gas. Pero es que es lo contrario. Llevamos tres-cuatro semanas entrenando a fuego. Es una pena que no podáis ver ahora los entrenamientos, porque están siendo a vida o muerte. Varias veces ha tenido que cortar Aguirre porque había, no gente que se encaraba, pero sí situaciones de patadas, de juego agresivo. Sin hacer daño, pero demostrando que nos jugamos la vida. Me ha tocado vivirlo en los entrenamientos. No es casualidad que estemos sacando los puntos. Ahí es donde se ve. Es conjunta la voz de la salvación.
Y todo con doce cedidos en la plantilla…
Sí, hay gente que se fija mucho en lo extra futbolístico. A ver si este se va a su casa y está cenando por ahí. Si le da igual y se marcha del campo riéndose. Si en el vestuario están hablando de las vacaciones… de eso se habla mucho siempre. Pero yo soy partidario de que, realmente lo que importe, es cómo entrena el jugador. Si el jugador tiene un compromiso y va a muerte, el resto da igual. Eso es lo que importa. Si vas andando y vendes a tus compañeros, eso sí que es síntoma de debilidad. Ahí pensaríamos si uno está cedido o no, si termina contrato o no. Lo vivo en carne propia. Insisto: los entrenamientos están siendo batallas a pecho descubierto y veo todo un equipo comprometidísimo.
Cuanto más ruido hay en el exterior, más unidos estamos en el interior. Se ha demostrado. Por las críticas que se han recibido por creer que podíamos jugar al empate en Eibar y cómo vencimos al Valencia.
El que dio un recital de compromiso, lesionado, con muletas y en la grada, fue Bustinza contra el Valencia. Qué manera de gritar…
Unai, por suerte, es una persona que no está acostumbrado a vivirlo en la grada. Ha mantenido la inercia de lo que es en el campo. Lo que oísteis el otro día es fiel ejemplo de lo que se vive en el campo. Es uno de los líderes del vestuario. Está claro. Es capitán. Se notó, claro que se notó. Es algo importante. Mira, contra el Espanyol vi a la gente de fuera un poco rendida. No digo no implicada, sino rendida. Que no veían luz. Eso sí se notaba desde fuera.
Hábleme de Aguirre desde su perspectiva.
Personalmente es alguien que lleva muy bien al jugador. No ha sido sencillo el reto que le ha tocado de mantener al Leganés en Primera. Desde el minuto uno hasta encontrarse con una pandemia, un confinamiento, entrenar desde casa… Luego a la vuelta hemos tenido un panorama nefasto a la vuelta y en ningún momento se ha vuelto loco, al revés. Cuando más parecía que todo estaba más perdido es cuando más ha transmitido calma. No pude disfrutarlo dándome órdenes en un campo, pero sí en un entrenamiento. Y en cuanto me incorporé, me dijo que contaba conmigo al 100% para ayudar al equipo, fueran cero o 45 minutos, pero que me usaría en función de lo que considerase. Es franco. Va de cara. Nadie te puede decir lo contrario.
¿Se le ha criticado en exceso últimamente?
Te digo la verdad: no he estado al tanto de lo que se le haya podido criticar. No he leído mucho. Entiendo que, si ha recibido críticas, es normal. Las recibe él y las recibimos todos. Si no sacamos los partidos, empiezan a cuestionarse todo: jugadores, planteamientos, entrenador… Es normal. Aguirre es perro viejo en esto y no creo que sea la primera vez que lo habrán criticado. Se mueve en su salsa. Cuanto más nos han criticado, mejor nos ha ido.
¿Sería justo que le dieran un proyecto desde cero?
Sí, claro. Sería justo. Me gustaría. Pero esa no es mi parcela. Yo también termino contrato y no sé nada de mí. No me voy a meter en terrenos que no me corresponden.
Entonces, tampoco responderá a si Asier Garitano sería el relevo ideal, ¿no?
Menos te voy a decir. No sé lo que va a pasar mañana, como para decirte qué pasará con Aguirre u otro entrenador. Ni idea. Además, ya te digo, está mi futuro ahí. Es tontería hablar de todo eso cuando el jueves hay una final.
¿Tendrá alguna oportunidad en estos dos partidos? Hay muchas bajas…
Yo llevo preparándome toda la temporada. Estoy listo. Estoy a las órdenes de lo que se me pida. Soy útil para ayudar en lo que necesiten. No estoy esperando que se me regalen minutos. Jamás esperé a que se resuelva la temporada a ver si me pueden permitir jugar. Todos venían y me decían: bueno, si el equipo baja a falta de varias jornadas quizá juegues… No. Yo quiero jugar cuando el equipo se juegue todo. Es cuando mejor rindo. Con las grandes presiones. Me he preparado toda la vida y la temporada para este momento.
Pero físicamente, ¿se ve preparado?
Cien por cien. Estoy física y mentalmente preparado. Para eso estoy entrenando. Debo decirte también que están jugando 90 minutos futbolistas que repiten cada tres días. Y nadie se fija en las rotaciones. No sé quién tiene más difícil aguantar 90 minutos, si yo que estoy fresco o algún compañero que lleva 500 minutos en dos semanas. Yo estoy listo para 90, 15, 10, 5 o 1 minuto. Para lo que se necesite, siempre.
Yo quiero jugar cuando el equipo se juegue todo. No sé quién tiene más difícil aguantar 90 minutos, si yo que estoy fresco o algún compañero que lleva 500 minutos en dos semanas.
¿Le ha dado muchas vueltas a cómo habría sido su vida sin esos problemas físicos?
Mi vida estos últimos tres años ha tenido una palabra clave: incertidumbre. He vivido en la incertidumbre. Si he tenido una certeza en todos estos años ha sido que, si me pones un papel para firmar que me sucediera de nuevo todo lo que me ha pasado en mi carrera, lo firmaba. Sin pensar. Incluyo estos años. De cajón.
La falta de gol, las salidas de Braithwaite y de En Nesyri, ¿han sido la clave de la mala temporada?
Pues mira, no… yo no pienso eso. Las bajas de Braithwaite y En Nesyri, obviamente, fueron fundamentales. Con ellos en el equipo no sé qué habría pasado, pero eran jugadores clave. Pero con ellos en plantilla también estábamos en descenso, no en mitad de la tabla. Lo he hablado con muchos compañeros. La suma de sus goles nos dio triunfos, pero no podemos excusarnos y decir que la pérdida de Braithwaite y En Nesyri nos ha mandado a Segunda División.
Pero la falta de gol importa…
Yo no creo que la falta de gol haya sido la clave. El Leganés nunca fue un equipo con un goleador de 20 goles por temporada. Siempre sumamos un poquito todos. No somos un Sevilla, un Atlético, un Real Madrid, un Barça que necesitan un tipo que meta 20 goles, sino al revés. Necesitamos el remar de todos. Insisto: la pérdida de ambos fue importante, pero la realidad es que con ellos en plantilla estábamos en descenso. Había que solucionar un todo, no sólo la delantera.
Las bajas de Braithwaite y En Nesyri, obviamente, fueron fundamentales. Pero con ellos en plantilla también estábamos en descenso, no en mitad de la tabla. Había que solucionar un todo, no sólo la delantera.
¿Le ha llamado el club para renovar?
No, aún no.
¿Ni para comentar nada?
No, de momento nada. No ha habido conversación.
Y usted, ¿ha preguntado?
No, tampoco. He tenido bastante con la recuperación. Por suerte estoy bien. Estoy al 100%. Ése era mi reto. No el contrato. A partir de ahí, ni idea. Estoy intentando, con todas mis fuerzas, sacar el partido de mañana. Pero no pienso si me renuevan o no, si me quiero quedar o no… no pasa por mi cabeza. Sólo estar sano.
El lunes que viene ya no pertenecerá al Leganés.
Sí, extendimos el contrato hasta el final de la temporada así que sí, el lunes ya termina. Pero ya te digo. Mentiría si te dijera que hemos hablado. No se puede saber nada. Nadie sabe el proyecto global o personal. Yo tampoco sé qué ofertas podría recibir. Eso te obliga, más aún, a centrarse en los partidos.
Ya, pero urge resolverlo.
Bueno, realmente yo podría negociar con otros clubes desde el 1 de enero. No hacía falta hablar de término de contrato.
¿Le molaría seguir?
Si me preguntas molar, gustar, querer… nunca diré que no quiero seguir en el Leganés. Al revés. Es el club de mi vida. Es el club en el que he podido desarrollar mi forma de ser. He crecido con el Leganés. Yo y mi familia. Tenemos vidas paralelas: del barro a la élite. Me siento identificado con sus valores. Pero no soy tonto. No es el único club del mundo ni yo soy el único extremo del mundo.
Pero su pálpito, ¿es pesimista?
No sé. No sé… Por querer, siempre el Leganés será prioridad a la hora de escuchar una oferta… pero no lo sé. No sé qué intenciones tienen. He leído por ahí que si el equipo se queda en Primera, no me quieren, pero que si hay descenso, sí me quieren. Pero nadie me ha preguntado qué quiero yo. Aquí parece que el club va a decidir sobre mí como si yo no tuviera voz ni voto en esto. Y la realidad es que hay muchos extremos izquierdos para que fiche el Leganés, pero yo también tengo muchísimos clubes a donde ir. Si ambas partes quieren que continuemos, se continuará, pero si alguien no quiere que siga, evidentemente estaríamos hablando de fin de ciclo. Pero ahora no hay nada… todos nos centramos en San Mamés.
Aquí parece que el club va a decidir sobre mí como si yo no tuviera voz ni voto en esto. Y la realidad es que hay muchos extremos izquierdos para que fiche el Leganés, pero yo también tengo muchísimos clubes a donde ir.