Manos arriba… esto es un suplicio
El Espanyol certifica su derrota número 22 de la temporada y esta tarde a las 21:30, si el Leganés suma, podría confirmarse como colista de esta Liga.
Masoquismo. Ser perico implica sufrimiento, pero quizás no habría llevarlo tan al límite. Todo se puede resentir y vivir la peor Liga de las 85 que ha disfrutado el Espanyol en Primera ha de tener consecuencias. Más que nada porque el positivismo con el que uno se levanta, pese a ser equipo de Segunda, se va al traste cuando en la primera mitad es todo espantoso. Los dos penaltis por la falta de concentración, la poca ambición, ganas y orgullo. Lo primero que te viene a la cabeza es preguntar, ¿cuánto quedará? Ahora mismo dos partidos. 180 minutos. Con la sellada ante el Eibar, ya son 22 derrotas esta temporada y sobre las 21:30, el conjunto perico podría ‘presumir’ de ser matemáticamente colista de esta Liga a falta de dos jornadas para el final. Bastaría con que el Leganés sume ante el Valencia porque en caso de empate le sacaría seis puntos (el goal average está a favor, como no, de los pepineros).
Apagón. La temporada del Espanyol parece estar escrita por Tarantino por la cantidad de sangre que se está viendo. Toda perica, claro. Y es que es ningún momento se ha hecho nada para taponar la hemorragia. Rufete solo hace que acumular derrotas y contra el Eibar se vio un equipo no solo superado, sino que parece que no sabe. Dos penaltis, por manos, de Víctor Gómez y Bernardo cavaron la tumba. Tras el primer penalti, solo David López pareció querer sacar la cabeza (fue el único que consoló al joven Víctor Gómez tras su error), pero con el de Bernardo ya fue un “que pase rápido”.
Significado. El lenguaje corporal de los jugadores del Espanyol es dantesco. Como ver a una persona que está deseando caer por el desfiladero. La sensación de que “hoy parece que no es el día” se ve tras cada acción y la ausencia de mensajes positivos y ánimos entre los jugadores tras los errores es indicativo de que el vía crucis está siendo largo. Incluso Rufete parece contrariado al no encontrar soluciones. Es más, tras el tiro de Calleri al palo en la primera mitad no hubo lamentos y la muestra de dejadez y apatía que se desprendió con la mano de Marc Roca en el 58’ intentando rematar un centro quitándole la opción de hacer algo interesante a Calleri y Campuzano fue cuento menos bochornosa.
Equipo ascensor. Cuanto antes se empiece a pensar en hacer un equipo para subir la próxima temporada, mejor. Hay muchísimo trabajo por delante y es que hacer un baja-sube no será fácil. El Espanyol jugó ante el Eibar su primer partido como equipo de Segunda División y debe pensar en recuperar su estatus cuanto antes. En los cuatro descensos previos, el club perico siempre ha logrado resurgir como el ave fénix y no puede haber quinto malo. Otros equipos siguieron el mismo camino del desastre que ha caminado este curso el bloque blanquiazul como Levante y Getafe y, tras un año en Segunda, recuperaron la categoría.
Distracción. Más allá de lo que sucedió en los 90 minutos de partido, en Cornellà-El Prat se pudo ver como Rufete sigue mirando el calentamiento de sus jugadores intentando poner su mejor cara ante el desastre que está viviendo. A su izquierda estaba Naldo charlando con Oliveira y un poco más allá los suplentes, con un espitoso RdT, haciendo un rondo entre carcajadas y con muy poca intensidad. En la grada, sin público, se pueden seguir leyendo los mensajes “Fuerza; no te rindas nunca; no surrender; historia; vuestra fuerza hace más grande nuestra pasión; orgullosos de tu lucha y esfuerzo; lo imposible se consigue trabajando en equipo; si crees en ti, todo es posible…” Todo ello se colocó antes de recibir al Alavés en el primer duelo post confinamiento y no se ha cumplido nada.