Desciende el Espanyol, el quinto club con más historia de LaLiga
Punto seguido a 85 años en Primera y fin a 26 seguidos, algo que solo cuatro equipos superan. Los pericos son también el séptimo clasificado de siempre.
Ya es una realidad el descenso matemático del Espanyol. Una tragedia que se venía fraguando desde el principio de la temporada, dado que los pericos solo asomaron la cabeza fuera de la zona de descenso en una jornada, la cuarta, tras derrotar al Eibar (1-2) en la primera de sus cinco victorias en LaLiga. Se trata de un hecho traumático no solo para los seguidores del conjunto blanquiazul, sino que debería serlo para la propia historia del campeonato.
No en vano, el Espanyol es el quinto equipo que más partidos ha disputado desde que se inauguró la competición. De hecho, del perico Pitus Prat fue el primer gol, el 10 de febrero de 1929 en un Espanyol-Real Unión de Irún disputado en Sarrià, que sirvió como pistoletazo de salida a 85 temporadas en la categoría de oro de las 89 de que ha constado el campeonato, ya que bajó anteriormente en cuatro ocasiones (subiendo siempre a la primera). Solo Real Madrid, Barcelona, Athletic Club y Valencia superan los partidos de los pericos.
Y también son esos clubes los únicos que encadenan más tiempo seguido en Primera División. Los tres primeros, porque nunca han bajado. Y el Valencia, porque regresó por última vez del infierno en 1987. Llevaba el Espanyol hasta la fecha 26 años seguidos en la elite, desde su regreso en la temporada 1993-94. El resto de equipos, sin excepción, han pasado desde entonces por Segunda, incluso otros históricos como el Atlético de Madrid y el Sevilla.
Precisamente los hispalenses son el club que se encuentra por delante de los pericos, séptimos, en la clasificación histórica de Primera, que lidera el Real Madrid, seguido por Barcelona, Atlético, Valencia y Athletic Club. El Espanyol supera a la Real Sociedad, que no lo podrá alcanzar a corto plazo salvo que los blanquiazules se eternicen en Segunda. Y ese es precisamente el objetivo a evitar desde el preciso instante en que el descenso se ha convertido en una realidad.