El Comité de Empresa del FCB teme un ERTE encubierto
El club blaugrana, en su política de reducción de costes tras la crisis del coronavirus, estaría estudiando una rebaja salarial a los empleados del 10 al 15%.
Racionalización máxima de todos los gastos. Este es uno de los mantras que el club blaugrana ha marcado a fuego entre los responsables de todas las áreas. La reducción en casi 200 millones de euros de ingresos, en el presupuesto inicial fijado a principio de temporada por culpa de la pandemia del coronavirus, ha obligado a apretarse el cinturón a todos los estamentos del club.
Evidentemente, a los empleados no deportivos del club también les afectará está situación. En el Comité de Empresa son conscientes que los movimientos que ha iniciado el club abren la posibilidad de nuevas rebajas salariales en el horizonte. Hay que recordar que de los 540 empleados que cuenta el club, un total de 309 se vieron afectados, en diversa medida y porcentaje, por el ERTE que se vio obligado a presentar la entidad durante el Estado de Alarma.
Ahora la situación se ha recuperado en buena parte, pero no se puede hablar en ningún caso de normalización. De hecho, existe la sospecha fundada en el Comité de Empresa, que el club está trabajando para formalizar un nuevo ERTE a partir de septiempre, pero en este caso de forma encubierta, es decir, sin la necesidad de pasar por los trámites del Ministerio de Trabajo.
¿Cómo? Pues de una manera sibilina. Todos los trabajadores tienen sus nóminas desglosadas en dos apartados. Una es el salario base, al que se suma un complemento añadido, según el departamento en el que esté trabajando, es decir, primer equipo de fútbol, secciones profesionales, marketing, comunicación… Este primer concepto es inamovible y sólo se puede modificar a través de un ERTE formalizado.
Pero existe un segundo apartado en la nómina que recibe el nombre de ‘variables y objetivos’. Y aquí es donde el club está decidido a meter mano. Se trata de una gratificación remunerada mucho más subjetiva, ya que se tamiza bajo el control del responsable del área, que decide si el empleado ha cumplido con los objetivos o no. En principio, existía una norma no escrita entre los responsables de tener manga ancha para que los empleados recibieran ese plus en forma de variables, que solía ser entre un 10 a un 15% del salario final, pero esta política de cierta laxitud podría recibir un cambio drástico: desde los altos estamentos del club se ha marcado una nueva línea a los jefes de área para que sean mucho más escrupulosos a la hora de conceder estos premios por objetivos.
Evidentemente, el Comité de Empresa tiene poco margen de actuación ante este movimiento del club, al tratarse de una valoración subjetiva por parte de los responsables, pero todo apunta que a partir de septiembre el concepto de ‘variables y objetivos’ se verá cercenado, de forma considerable, entre los empleados no deportivos de la entidad.