Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

MEMORIAS DE SUDÁFRICA

Mundial-2010: pasó el 10 de julio

A falta de un día para disputar la final del Mundial de Sudáfrica, la Selección española realiza la habitual toma de contacto con el escenario del encuentro. Para los jugadores españoles era la primera vez que visitaban el estadio de la final. Para Holanda no: ya se habían medido a Dinamarca en la fase de grupos. Ganaron 2-0 a los daneses…
Bert van Marwijk, seleccionador holandés, calibraba las opciones de sus jugadores en vísperas de la gran final: “Es el partido más importante de nuestras vidas, y esto es muy importante para mis jugadores. Es muy especial, pero creo que España es el mejor equipo del mundo. Es la selección que mejor juego ha hecho, pero perdió un partido. Una de las claves será controlar el centro del campo…”.
Para Del Bosque, una de los factores que habían hecho que España se hubiera plantado en la final era la unidad de todos sus componentes: “Estos jugadores están acostumbrados a jugar finales, bajo presión y a ganarlas, pero una final de la Copa del Mundo no se juega todos los días. Es lo máximo. Me hubiera gustado vivirla como jugador, pero me conformo con hacerlo como seleccionador”,
Iker Casillas, capitán de la Selección española, repasaba el estado de La Roja y cómo estaban sus compañeros a horas de jugar el trascendental encuentro. Para el portero, ni él ni ninguno de sus compañeros, se veían perdedores ante los holandeses: “Ni yo ni ningún español queremos ser segundos. Hemos llegado a la final y queremos ponerle la guinda al pastel. Hace dos años ganamos la Eurocopa y ahora tenemos la posibilidad de disputar una final de un Mundial: ése el éxito de esta Selección”.
Xavi era el estandarte del juego español. Pero el centrocampista no veía una única batalla en el medio: “Hay jugadores importantes de ambas selecciones en el centro del campo. También va a ser una batalla entre los defensas y los delanteros. Lo que tenemos que hacer es imponer nuestra personalidad. Si lo hacemos tendremos mucho ganado. La clave del partido estará en la posesión del balón”.
Arjen Robben era la gran baza de los holandeses. Para el jugador del Bayern Múnich, el peligro español no lo representaba David Villa (uno de los goleadores del Mundial, con cinco tantos), sino otros jugadores: “A los que hay que vigilar de verdad son Xavi e Iniesta. Los dos determinan el juego de España y garantizan que le lleguen balones a Villa. No debemos permitirles que jueguen, que tengan libertad. Habrá que marcarles muy bien, porque si les entregamos el más mínimo espacio, tendremos problemas”.
Pese a que Wesley Sneijder sufría molestias en su pierna derecha, el talentoso centrocampista holandés sería titular ante los españoles. El holandés, si ganaba el Mundial, sería el primer jugador en la historia en ganar Liga, Copa, Champions y el Mundial en una misma temporada, pero él prefería otras cosas: “No pierdo ni un solo segundo en esas cosas. Lo que quiero es ganar el Mundial. Lo importante es derrotar a España”.
Carles Puyol, tercer capitán de la Selección, junto con Casillas y Xavi, tenía planeada dejar la Selección española al término del Mundial sudafricano. El central consideraba que ya había pasado su momento y que era el tiempo idóneo para dejar paso a otros jugadores. Sin embargo, varias charlas con Del Bosque en los días previos a la final, hacían pensar que el jugador del Barcelona había repensado su situación. Había jugado 90 partidos y Del Bosque le pidió que alcanzara los 100. Una cifra bonita y redonda.
El tercer protagonista de la final era el colegiado inglés Howard Webb. El árbitro internacional había dirigido tres encuentros en la cita sudafricana, con el siguiente balance: había señalado 97 faltas en tres encuentros (una media de más de 32 faltas por partido), había enseñado 17 tarjetas amarillas (seis cartulinas por encuentro) con nueve fueras de juego indicados (tres por choque). Eso sí, no había expulsado a ningún jugador ni señalado ningún penalti.
Como si de una premonición se tratara, la Selección española se encontró en los vestuarios del estadio Durban, en donde se enfrentó a Alemania, una pizarra del seleccionador holandés con un posible once de la selección holandesa. La pizarra contenía los nombres de los 11 jugadores que presumiblemente iban a jugar la final. La lista la formaban: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Gio; Van Bommel, De Jong; Robben. Sneijder, Kuyt; y Van Persie. Vicente del Bosque no quiso darle importancia… pero son los jugadores que salieron de inicio ante España…

FOTO.MATALLANAS.
España y Holanda aspiraban a levantar el trofeo de campeón de mundo. Ese trofeo está diseñado por el escultor italiano Silvio Gazzaniga, mide 26 centímetros y lleva incrustaciones de malaquita, una piedra preciosa verde en la base. Tiene un peso de algo más de seis kilos, siendo cinco de oro puro de 18 quilates (alrededor de 150.000 euros si se fundiera en un lingote). Fue Franz Beckenbauer el primero que lo levantó en 1974. Iker Casillas o Giovanni van Bronckhorst sería el encargado de levantarla a la conclusión de la final del Mundial de Sudáfrica.
Alemania y Uruguay jugaron la final de consolación. Un partido por el tercer y cuarto puesto, y que apenas atrajo público al campo, por poner un ejemplo: apenas 36.000 perdonas, un estadio con capacidad para 50.000 espectadores. Pero mientras los alemanes jugaron a regañadientes, los uruguayos jugaban por su orgullo…
Thomas Müller abrió el marcador en el partido por el tercer y cuarto puesto. El jugador del Bayern se aprovechó de un despeje en corto de Muslera a disparo de Schweinsteiger y de la inacción de la defensa uruguaya para marcar.
Diego Pérez lucha y pelea por el control de balón con Schweinsteiger. El charrúa se apodera del balón y comienza un vertiginoso contragolpe que culmina Edinson Cavani, obstaculizado por Mertesacker: remató con la derecha para batir a Butt, portero en sustitución de Neuer.
Uruguay le dio la vuelta al partido tras una gran acción colectiva: Arévalo Ríos hace una pared con Luis Suárez, llega hasta la línea de fondo tras burlar a la defensa germana. El centrocampista da un pase atrás a Diego Forlán engancha un remate perfecto que sorprende a Butt.
Con los jugadores uruguayos aún celebrando el gol de Forlán, una internada de Boateng acaba en centro de éste. Muslera hace una mala salida y no acierta a despejar el balón. El esférico le cae a Jansen, que aprovecha para establecer el 2-2 en el marcador. Era la segunda cantada del portero charrúa y le había costado dos tantos…
A falta de ocho minutos para el final del encuentro, Sami Khedira cazó el bronce para Alemania. Un balón aéreo que ni la defensa uruguaya ni Muslera saben despejar es rematado por el centrocampista alemán que ya empezaba a sonar como refuerzo del Madrid de Mourinho…
1 / 17

Toma de contacto

A falta de un día para disputar la final del Mundial de Sudáfrica, la Selección española realiza la habitual toma de contacto con el escenario del encuentro. Para los jugadores españoles era la primera vez que visitaban el estadio de la final. Para Holanda no: ya se habían medido a Dinamarca en la fase de grupos. Ganaron 2-0 a los daneses…

Foto:JAVIER SORIANOAFP

Elegante Van Marwijk

Bert van Marwijk, seleccionador holandés, calibraba las opciones de sus jugadores en vísperas de la gran final: “Es el partido más importante de nuestras vidas, y esto es muy importante para mis jugadores. Es muy especial, pero creo que España es el mejor equipo del mundo. Es la selección que mejor juego ha hecho, pero perdió un partido. Una de las claves será controlar el centro del campo…”.

Foto:DAVID GRAYREUTERS

Del Bosque apela a la personalidad

Para Del Bosque, una de los factores que habían hecho que España se hubiera plantado en la final era la unidad de todos sus componentes: “Estos jugadores están acostumbrados a jugar finales, bajo presión y a ganarlas, pero una final de la Copa del Mundo no se juega todos los días. Es lo máximo. Me hubiera gustado vivirla como jugador, pero me conformo con hacerlo como seleccionador”,

Foto:CHEMA DIAZDIARIO AS

Casillas y la cita con la historia

Iker Casillas, capitán de la Selección española, repasaba el estado de La Roja y cómo estaban sus compañeros a horas de jugar el trascendental encuentro. Para el portero, ni él ni ninguno de sus compañeros, se veían perdedores ante los holandeses: “Ni yo ni ningún español queremos ser segundos. Hemos llegado a la final y queremos ponerle la guinda al pastel. Hace dos años ganamos la Eurocopa y ahora tenemos la posibilidad de disputar una final de un Mundial: ése el éxito de esta Selección”.

Foto:RAFA APARICIODiario AS

Xavi y la batalla del centro del campo

Xavi era el estandarte del juego español. Pero el centrocampista no veía una única batalla en el medio: “Hay jugadores importantes de ambas selecciones en el centro del campo. También va a ser una batalla entre los defensas y los delanteros. Lo que tenemos que hacer es imponer nuestra personalidad. Si lo hacemos tendremos mucho ganado. La clave del partido estará en la posesión del balón”.

Foto:LLUIS GENEAFP

Robben avisa

Arjen Robben era la gran baza de los holandeses. Para el jugador del Bayern Múnich, el peligro español no lo representaba David Villa (uno de los goleadores del Mundial, con cinco tantos), sino otros jugadores: “A los que hay que vigilar de verdad son Xavi e Iniesta. Los dos determinan el juego de España y garantizan que le lleguen balones a Villa. No debemos permitirles que jueguen, que tengan libertad. Habrá que marcarles muy bien, porque si les entregamos el más mínimo espacio, tendremos problemas”.

Foto:JERRY LAMPENREUTERS

Sneijder titular

Pese a que Wesley Sneijder sufría molestias en su pierna derecha, el talentoso centrocampista holandés sería titular ante los españoles. El holandés, si ganaba el Mundial, sería el primer jugador en la historia en ganar Liga, Copa, Champions y el Mundial en una misma temporada, pero él prefería otras cosas: “No pierdo ni un solo segundo en esas cosas. Lo que quiero es ganar el Mundial. Lo importante es derrotar a España”.

Foto:JERRY LAMPENREUTERS

A vueltas con la retirada de Puyol

Carles Puyol, tercer capitán de la Selección, junto con Casillas y Xavi, tenía planeada dejar la Selección española al término del Mundial sudafricano. El central consideraba que ya había pasado su momento y que era el tiempo idóneo para dejar paso a otros jugadores. Sin embargo, varias charlas con Del Bosque en los días previos a la final, hacían pensar que el jugador del Barcelona había repensado su situación. Había jugado 90 partidos y Del Bosque le pidió que alcanzara los 100. Una cifra bonita y redonda.

Foto:MARCELO DEL POZOREUTERS

El perfil de Howard Webb

El tercer protagonista de la final era el colegiado inglés Howard Webb. El árbitro internacional había dirigido tres encuentros en la cita sudafricana, con el siguiente balance: había señalado 97 faltas en tres encuentros (una media de más de 32 faltas por partido), había enseñado 17 tarjetas amarillas (seis cartulinas por encuentro) con nueve fueras de juego indicados (tres por choque). Eso sí, no había expulsado a ningún jugador ni señalado ningún penalti.

Foto:MICHAEL KOORENREUTERS

Pizarra reveladora

Como si de una premonición se tratara, la Selección española se encontró en los vestuarios del estadio Durban, en donde se enfrentó a Alemania, una pizarra del seleccionador holandés con un posible once de la selección holandesa. La pizarra contenía los nombres de los 11 jugadores que presumiblemente iban a jugar la final. La lista la formaban: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Gio; Van Bommel, De Jong; Robben. Sneijder, Kuyt; y Van Persie. Vicente del Bosque no quiso darle importancia… pero son los jugadores que salieron de inicio ante España… FOTO.MATALLANAS.

Un trofeo único

España y Holanda aspiraban a levantar el trofeo de campeón de mundo. Ese trofeo está diseñado por el escultor italiano Silvio Gazzaniga, mide 26 centímetros y lleva incrustaciones de malaquita, una piedra preciosa verde en la base. Tiene un peso de algo más de seis kilos, siendo cinco de oro puro de 18 quilates (alrededor de 150.000 euros si se fundiera en un lingote). Fue Franz Beckenbauer el primero que lo levantó en 1974. Iker Casillas o Giovanni van Bronckhorst sería el encargado de levantarla a la conclusión de la final del Mundial de Sudáfrica.

Foto:ODD ANDERSENAFP

El partido del trámite

Alemania y Uruguay jugaron la final de consolación. Un partido por el tercer y cuarto puesto, y que apenas atrajo público al campo, por poner un ejemplo: apenas 36.000 perdonas, un estadio con capacidad para 50.000 espectadores. Pero mientras los alemanes jugaron a regañadientes, los uruguayos jugaban por su orgullo…

Foto:OLEG POPOVREUTERS

Müller golpea primero

Thomas Müller abrió el marcador en el partido por el tercer y cuarto puesto. El jugador del Bayern se aprovechó de un despeje en corto de Muslera a disparo de Schweinsteiger y de la inacción de la defensa uruguaya para marcar.

Foto:Lars BaronGetty Images

Cavani restablece la igualada

Diego Pérez lucha y pelea por el control de balón con Schweinsteiger. El charrúa se apodera del balón y comienza un vertiginoso contragolpe que culmina Edinson Cavani, obstaculizado por Mertesacker: remató con la derecha para batir a Butt, portero en sustitución de Neuer.

Foto:Doug PensingerGetty Images

La insistencia de Forlán

Uruguay le dio la vuelta al partido tras una gran acción colectiva: Arévalo Ríos hace una pared con Luis Suárez, llega hasta la línea de fondo tras burlar a la defensa germana. El centrocampista da un pase atrás a Diego Forlán engancha un remate perfecto que sorprende a Butt.

Foto:Laurence GriffithsGetty images

Jansen corta la fiesta uruguaya

Con los jugadores uruguayos aún celebrando el gol de Forlán, una internada de Boateng acaba en centro de éste. Muslera hace una mala salida y no acierta a despejar el balón. El esférico le cae a Jansen, que aprovecha para establecer el 2-2 en el marcador. Era la segunda cantada del portero charrúa y le había costado dos tantos…

Foto:Jamie McDonaldGetty Images

Khedira da el bronce a Alemania

A falta de ocho minutos para el final del encuentro, Sami Khedira cazó el bronce para Alemania. Un balón aéreo que ni la defensa uruguaya ni Muslera saben despejar es rematado por el centrocampista alemán que ya empezaba a sonar como refuerzo del Madrid de Mourinho…

Foto:INA FASSBENDERREUTERS