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RACING | EL ALARGUE

La década negra: Cuatro descensos y seis años en Segunda B

Desde que el club entró en concurso de acreedores, en julio de 2011, el balance deportivo es espeluznante. La derrota con el Elche es solo una anécdota

Santander
La década negra: Cuatro descensos y seis años en Segunda B
Nacho CuberoDIARIO AS

Terrorífico

A veces las cosas pasan por casualidad. En el fútbol, también. Pero cuando las cosas se repiten una y otra vez, más vale no engañarse y reconocer que hay motivos para que eso suceda. 7 de julio de 2011, el Racing, que vivía su más larga racha en Primera División, diez temporadas consecutivas, presenta en el Juzgado de lo Mercantil solicitud de Concurso de acreedores. Desde entonces, y si contamos ya con la próxima campaña, se han sucedido diez temporadas y el balance es desolador: cuatro descensos y seis años en Segunda B. Podemos seguir recordando las 44 temporadas en Primera, el subcampeonato del 31 o el partido de El Parque de los Príncipes, pero la cruda realidad es que ahora mismo lo que conocen nuestros hijos (o nietos, según la generación) es a un equipo que empieza a ser un clásico de Segunda B. Está claro que la ruina económica en la que dejaron al club los malos está en el germen de todo esto, y que seguir con vida es un milagro que se pueden apuntar en su haber el racinguismo y los gestores bienintencionados que han pasado por El Sardinero, pero las decisiones deportivas está claro que, aunque condicionadas, han sido un fracaso.

Los de la cantera

No quiero entrar ahora en la polémica de si ha habido que meter antes, o no, a jugadores del Rayo Cantabria, que Oltra ha respondido a esa respuesta 150 veces y ha dado sus argumentos, que me parecen respetables. Sinceramente le parecían mejores sus 25 profesionales que los del filial. Se puede discutir o no, pero esa decisión era solo suya. pero esa pantalla ya está pasada. Ahora creo que hace un favor a muchos de los profesionales, que acaban contrato con el club, si no les pone. Más allá del riesgo de lesión, que es una variable a tener en cuenta, es que anímicamente tampoco les aporta nada seguir saltando al campo para luchar por nada. A los canteranos, en cambio, con las limitaciones que marca la reglamentación, cuatro en el campo y seis en la convocatoria, les supone un espaldarazo y al club una oportunidad más para medirles de cara a la próxima temporada. Con Camus y con Siverio, que jugaron 20' el sábado, yo no tengo ninguna duda: 100% primera plantilla la próxima temporada.

Oltra

En el partido frente al Elche se volvió a ver un entrenador que propone cosas, que reacciona a lo que va sucediendo y que no se rinde. Sinceramente, creo que José Luis Oltra llegó tarde. Aunque los resultados no han sido mejores, grosso modo, que con los anteriores técnicos, sí tengo la sensación de que si hubiera sido la primera elección tras la destitución de Ania otro gallo podría haber cantado. O no. Decir esto es gratis, pero no se ha cerrado a probar cosas, ha dado oportunidades a casi todos, el equipo estuvo con él desastroso ante Sporting, Málaga y Tenerife, pero en el resto ha competido con cualquiera hasta que llegaba la 'cagada nuestra de cada día', que en la mayoría de los casos ha sido difícilmente entrenable. DIcho esto, la experiencia, en el Racing y en la mayoría de los sitios, demuestra que no es buena idea que el que entrena a un equipo que desciende continúe en el cargo. Si normalmente el míster paga la mayoría de las rondas, tras un descenso tiene que ganarlo todo para que se deje respirar.

Otro que pasó

Chuti Molina es, por ahora, el último de los que ha pretendido enseñar racinguismo a los racinguistas que desaparece del escenario. Por alguna razón, Alfredo Pérez tenía claro que debía aguantarle en el club hasta que se consumara el descenso matemático y ha cumplido escrupulosamente su plan. Espero que este capítulo que acaba de cerrar le haya servido al menos para darse cuenta que no puede dar las llaves de la casa a cualquiera que no sea de la familia. No puede dejar que uno, solo uno, haga y deshaga a su antojo durante dos años, que le separe caprichosamente de su afición, que le enfrente sin sentido (para una mente normal) a todos los medios de comunicación y que genere un ambiente irrespirable entre los empleados de su club. Eso es lo que le reprocho a los dueños, y a Víctor Alonso, promotor de su fichaje y consentidor, por dejación, de muchos desmanes. No creo que Chuti hiciera un equipo malo a propósito, le iba mucho dinero en ello, simplemente no fue capaz de hacerlo mejor. Eso no se lo reprocho. Casi todo lo demás, sí. En los últimos 35 años solo me había encontrado dos personas que tras su marcha del club no dejaban a nadie dentro hablando bien de ellos, dos expresidentes. Ahora ya son tres.