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BARCELONA

Un dibujo nuevo para Griezmann

Setién y la autogestión inventan un 4-3-1-2 para salvar al francés, que multiplicó su rendimiento jugando con libertad de movimientos en el centro.

Actualizado a

Un nuevo Barça futbolístico pudo nacer en Villarreal. Para empezar, un Barça que demostró creer en Griezmann, algo de lo que se empezaba a dudar en el entorno del club. Y luego, un Barça que puede funcionar porque resultaba obvio que Griezmann no podía seguir aparcado en una banda y tampoco en el banquillo. Así que, si Griezmann quería formar parte de esta historia del Barça, había que crear algo. Y de Setién y la autogestión de los jugadores nació un 4-3-2-1 que triunfó en Villarreal.

Varios motivos refuerzan la idea de que ese dibujo puede cuajar en el Barça. El primero, por supuesto, no es Griezmann. Messi llevaba demasiado tiempo empezando los partidos como falso extremo derecha. El asunto no debería ser muy relevante puesto que él juega donde quiere. Pero de manera casi instintiva resultaba serlo. Poque Messi se acostaba tanto a la banda que a veces iniciaba sus jugadas a 60 metros de la portería. La nueva posición de Villarreal tiene varias ventajas para él. Primero, centra su posición. Pero, sobre todo, vuelve a adelantarle en el campo a actuar en zonas donde es decisivo. Puede que esté menos cómodo, pero es más decisivo. Lo demuestran las jugadas del 1-2 y el 1-3, magníficas. Volvió a ser Messi.

Pero aunque Messi esté por delante de cualquiera, es obvio que este dibujo que se ensayó en Villarreal da mucho vuelo a Griezmann. Es un jugador determinante cerca de gol. Por todo. Define bien, se asocia bien, crea espacios para los compañeros. Su figura como futbolista se agiganta. En Villarreal, Griezmann pisó área tanto como para estar a punto de marcar el 0-1, hacerun golazo de vaselina y, sobre todo, tener libertad de movimientos. Para un jugador que es tácticamete clarividente, tener libertad de acción es básica.

Se ha abierto un nuevo espacio de ilusión en el Barça. Mucho tiempo después, el equipo estuvo fresco, tuvo vuelo, se lo pasó bien. Dio esperanza. Y, sobre todo, pasó de parecer un equipo gastado y sin nada que ofrecer futbolísticamente, a dar la sensación de tener múltiples argumentos para desbordar al rival y, sobre todo, hacer goles. Por el tridente, pero también por Vidal o por Ansu, un jugador que podría resultar desequilibrante en los tramos finales de partido. Voluntariamente o no, Setién, que se estrelló con el 3-1-4-2 inicial y que había sobrevivido luego con el 4-3--3, puede haber explorado con sus jugadores una nueva ruta en el Barça. Un nuevo dibujo para Griezmann.