El tremendo dilema del Betis: si gana o empata ayuda al Sevilla
Si puntúan ante el Villarreal los verdiblancos mejorarán su imagen y consolidarán la permanencia totalmente... pero echarán una gran mano a su eterno rival.
Salvado virtualmente, pues el descenso permanece a 11 puntos más golaveraje, y ya sin opciones tampoco reales de engancharse a los puestos de arriba, el Betis mira al final de temporada con el deseo de consolidar la permanencia matemática lo antes posible y ganar puntos para mejorar algo en la tabla. Pero este miércoles afronta un dilema tremendo contra el Villarreal. Ganar (o empatar incluso) contra el equipo amarillo ayudaría una barbaridad al Sevilla, pues cuatro victorias y un empate (ante los de Lopetegui, precisamente) han convertido al Villarreal en uno de los principales rivales por la Champions League para los de Nervión.
No son pocos los béticos que se enfadarán si su equipo le echa una mano al eterno rival. Un cainismo que tiene antecedentes claros de una parte y de otra. El 31 de mayo de 1997 el Sporting se jugaba el descenso con el Sevilla y en el Benito Villamarín se coreó un gol del ruso Cherishev que significaba la victoria asturiana (0-1). El ahora técnico verdiblanco, Alexis Trujillo, formaba por cierto en el once bético. Al día siguiente bajó a Segunda en Oviedo el club del Sánchez Pizjuán.
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Y precisamente ante el equipo del Carlos Tartiere le 'devolvería' el favor el Sevilla al Betis, tres años después. Los verdiblancos eran entonces los amenazados por el descenso y el equipo nervionense ya estaba desahuciado, tampoco se jugaba nada. El Oviedo necesitaba la victoria. Paulo Bento adelantó al Oviedo en la primera mitad y Pompei y Losada dejaban el partido encarrilado. En los últimos 15 minutos, Loren y Olivera acortaban distancias para los locales ante las sorprententes protestas de la hinchada local del Sánchez Pizjuán. El Betis descendería también a final de esa campaña.