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RACING | EL ALARGUE

Empieza a dar pena

Es tan evidente que el Racing, más que ser superado por rivales, se suicida en cada partido que ya solo queda pensar mal o sentir lástima por el equipo

Santander
Empieza a dar pena
Nacho Cubero DIARIO AS

La patada de todos

Nacho Cubero, el fotógrafo de AS, captó el sábado el momento en el que José Luis Oltra, harto ya de estar harto, optó por hacer Kung-fu con la visera del banquillo racinguista. Esa patada me representa. A cualquier racinguista con un mínimo de sangre le dieron ganas de dar una patada a lo que tuviera cerca cuando Nkaka vio dos amarillas en un minuto. No me extrañaría que en breve apareciera en un puente de la S-20 una pancarta que diga 'Oltra, tu pie nos marca el camino'. Como para remontar: la expulsión de Manu Hernando que resucitó al Lugo, las dos cantadas de Luca contra Tenerife y Ponferradina que fulminaron a su equipo y lo de Nkaka del sábado. Da igual lo que prepares, lo que rotes, el dibujo..., sabes que la paloma va a acabar cagando justo en tu cabeza.

La cabeza importa

Para jugar al fútbol a nivel profesional hay que tener unas cualidades físicas y técnicas muy por encima de la media. Eso lo entendemos todos, porque a la cima de esa inmensa pirámide que es el fútbol, con millones de practicantes, llegan solo unos pocos seleccionados. El problema es que algunos de esos elegidos estropean sus cualidades y suben mucho menos en el escalafón de lo que podrían por su mala cabeza. No me refiero aquí a los que la noche les confunde (que también hay de esos) sino a los que toman constantemente malas decisiones. Por ejemplo, Aristote Nkaka. Ahora está en un gran momento de forma, de los mejores del equipo, pero acaba dando igual: tercera expulsión por doble amarilla. En Vallecas las separaron 11', en Murcia, en Copa del Rey, 7', el sábado contra el Albacete entre tarjeta y tarjeta pasó un único minuto. Suma nueve amarillas en 650'. Como si Sergio Ruiz o Mario Ortiz llevaran a estas alturas 29 amonestaciones. Sin palabras.

Primera decisión

El sábado se demostró que cuando pones a Iván Crespo en la alineación sabes que sus compañeros entienden que hay portero bajo los palos. No quiero decir que no lo hubiera con Luca, que estuvo sensacional en la primera vuelta, pero el marsellés ya es historia para el Racing. No va a a seguir y el club tiene que empezar a prepararse para competir la próxima temporada. Con todos los líos que va a tener que resolver al que le toque recomponer los restos del naufragio provocado por Chuti Molina, hay uno que se podría ahorrar, la portería. Con Iván Crespo y Lucas Díaz el Racing tendría los palos cubiertos con mucho más que garantías. El gallego tiene contrato y el cántabro querría seguir. ¿No sería hora de empezar a hacer cosas normales?

Hoy es tarde

El futuro empezó hace mucho. Desde que el Racing está sentenciado a volver de inmediato al infierno de la Segunda B (Segunda C la próxima temporada, por su ínfima calidad), el club debiera estar preparando el futuro. Que se sepa, que yo sepa, no se está haciendo. Es más, a jugadores que han pretendido un acercamiento para conocer su futuro se les ha dicho claramente que no hay nada que hacer, que hay que esperar a que haya un nuevo director deportivo y un nuevo entrenador. Es razonable que los dueños dejen esas decisiones a los profesionales (como han hecho hasta ahora), pero lo que no pueden hacer es estar parados. Como una liebre a la que deslumbran los faros de un coche. Eso suele acabar con el bicho reventado en una cuneta. Deseen suerte a Chuti en su futuros proyectos y abran un nuevo cuaderno. Cuanto antes.