Salvación granota, fiasco verdiblanco
El Levante golea a un Betis que sólo maquilló el marcador al final. Los verdiblancos comenzaron mejor pero pagaron su extrema debilidad defensiva.
Goleó el Levante al Betis para certificar virtualmente su permanencia y soñar quizá con los puestos de más nobleza de la tabla y volvió el equipo verdiblanco a su dura realidad mediocre en el segundo partido de Alexis como entrenador, tras sustituir a Rubi. El canario se había estrenado con una sufrida victoria ante el Espanyol pero La Nucía, que conoció la primera victoria levantinista en tres encuentros, habló con claridad: este Betis de los millones es un auténtico y completo fiasco.
Y eso que esta vez comenzaron bastante mejor los verdiblancos, achuchando arriba en la presión y creando un peligro ante el que respondió como suele Aitor, el portero que más para de la Liga. Fekir puso a prueba al cancerbero vasco en un balón cruzado y luego Canales le fusiló en uno de los primeros mejores cuartos de hora verdiblancos de los últimos tiempos, al menos en ataque. Porque atrás le ocurrió lo de siempre. Es muy fácil marcarle al Betis. Habían amagado ya Bardhi y Campaña en dos disparos cercanos que se marcharon por poco para que Mayoral, que le dio la sobremesa a Bartra, marcara tras un uno contra uno y para que el propio virtuoso macedonio metiera un balón casi imposible para poner tierra de por medio en el marcador (21' y 35'). Los tres centrales de Alexis tampoco han detenido la hemorragia bética, la del segundo equipo (hasta ahora) más goleado de Primera.
52 tantos ya en contra con los otros dos que recibió a la contra en la segunda mitad, goleado por el Comandante Morales, que volvió a desnudar a la línea defensiva verdiblanca, y por Rochina en un doble tiro a bocajarro. Tiró de orgullo el Betis en la recta final y consiguió apretar el marcador en dos relajaciones de la línea defensiva granota, un desmarque con control genial de Canales (otra vez el mejor de su equipo y van...) y un tanto de pillo de los que solía meter Juanmi antes de su lesión, y que volvió a rememorar al robarle la cartera a Aitor, incapaz de atrapar un balón que ya casi tenía entre los guantes. Algo de reacción pero muy tardía, que apenas sirvió para maquillar el marcador. Y en eso, lo de maquillar las cosas para que parezcan otra cosa, es este Betis de los últimos tiempos un gran experto.