1x1 del Celta: El plan C de Óscar saca los colores al Barça
Jorge Sáenz, que no había sido titular con el entrenador catalán, y el jugador del filial Jacobo fueron las dos grandes sorpresas en un once revolucionario.
Rubén Blanco: Desapercibido por primera vez en mucho tiempo. En los dos goles del Barcelona no tuvo nada que hacer y terminó el partido sin paradas en su casillero personal. Se limitó a realizar tres despejes y algún interesante desplazamiento con el pie.
Kevin: Sigue creciendo. Aunque empezó sufriendo con la explosividad de Ansu Fati, poco a poco fue cerrando su banda. Su intensidad desesperó a Braithwaite. El danés vio una tarjeta y se jugó la segunda en sendos codazos que impactaron en la cara del lateral céltico.
Aidoo: Inabordable. Impuso su corpulencia como central diestro en la línea de cinco zagueros planteada por Óscar. Sigue sin transmitir seguridad con el balón.
Araújo: El segundo tanto de Luis Suárez penaliza su actuación como libre. El mexicano se quedó sin capacidad de respuesta ante el giro del uruguayo. Óscar lo retiró a falta de media hora porque estaba amonestado.
Jorge Sáenz: Competitivo. Dio la talla en su primera titularidad con Óscar. No se vino abajo pese a estar desacertado con el balón en la primera parte. El último cuarto de hora lo jugó como lateral izquierdo.
Jacobo: Sobrevivió a su bautizo de fuego en Primera, y eso es mucho. El extremo del filial disputó sus primeros minutos en la máxima categoría actuando como titular en el lateral izquierdo. El reto era, nada más y nada menos, que cubrir el costado por el que acostumbra a caer Messi. Lo pasó mal en el primer tiempo con los pases a su espalda, pero se asentó tras el descanso e incluso se animó en ataque antes de ser sustituido en el minuto 81.
Okay: Cara y cruz. Cometió un fallo de benjamín en el primer gol del partido metiéndose debajo del larguero y dejando a Suárez libre de marca. Se desquitó de ese error en la jugada del 1-1, rompiendo desde la posición de pivote y asistiendo a Smolov para que el ruso marcara a placer.
Brais: Sin demasiado peso en el juego de su equipo, pero con dos acciones brillantes. Un gran desmarque a la espalda de la defensa le permitió disponer de un mano a mano con Ter Stegen y el meta alemán desvió ligeramente para que el balón se estrellara en el palo. En su otra destacada aparición se lanzó al suelo para recuperar un balón en la medular y de esa manera el Celta inició la jugada del 1-1.
Denis: Importante lunar en un sobresaliente partido. Se durmió en la frontal del área del Celta, Semedo le robó la cartera y Suárez lo aprovechó para marcar el 1-2. Calidad y templanza con el balón durante el resto del encuentro. Pase marca de la casa a Brais en la mejor oportunidad del Celta en la primera parte.
Aspas: Genio. Desde que se reinició la competición está bastante lejos de su nivel habitual y aun así puede resultar más determinante que Messi. Tan brillante la idea como la ejecución en el tanto de falta que estableció el 2-2. Se sacó de la chistera un pase de fantasía a Okay en el 1-1 y también destrozó a la defensa culé habilitando a Denis en la jugada que Nolito acabó fallando con todo a favor.
Smolov: Le tiene tomada la medida a los grandes: le marcó al Real Madrid e hizo lo propio ante el Barcelona. En su gol solo tiene que empujar. Se llevó una buena bronca de Aspas en la primera parte por pecar de egoísta.
Bradaric (entró por Okay): Aportó estabilidad en la medular. Trabajo gris como es habitual en el croata.
Rafinha (entró por Brais): El Celta dominó en la medular desde la aparición del brasileño. Provocó la falta que Aspas materializó en el 2-2. Óscar lo reservó de inicio para que lidere al equipo este martes en Mallorca.
Nolito (entró por Smolov): Puede que perdonara el gol más sencillo de toda su carrera. Increíble que a un metro de la portería enviara el balón a las manos de Ter Stegen cuando el alemán ya estaba batido. El portero blaugrana había impedido anteriormente con un paradón que el extremo marcara en un remate raso y seco tras una combinación de lujo con Aspas. El Celta mordió en ataque desde la entrada del gaditano.
Murillo (entró por Araújo): La zaga céltica ganó en solvencia con la incorporación del colombiano. Al igual que en el caso de Rafinha, el cuerpo técnico lo reservó para que esté fresco en Mallorca.
Mina (entró por Jacobo): El último cambio de Óscar provocó que el Celta pasara a jugar con tres delanteros. El vigués se situó como extremo por la derecha e incrementó la mordiente ofensiva de su equipo.