Cuatro técnicos en el Espanyol por primera vez desde 1989
Rufete sucede a Gallego, Machín y Abelardo, tres destituciones en ocho meses, con la esperanza de un milagro que no llegó hace 31 años.
La profunda anomalía en que se ha convertido la temporada del Espanyol se constata con un rápido repaso de los inquilinos que han pasado por el banquillo. Tres han sido destituidos en apenas ocho meses, y eso que durante un trimestre entero se detuvo la competición por la pandemia de COVID-19. La circunstancia de contar con cuatro o más entrenadores distintos no se daba desde hacía más de tres décadas.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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En concreto, fue en la temporada 1988-89 cuando se sucedieron hasta tres cambios en el banquillo, que empezó asumiendo Javier Clemente tras haber alcanzado el curso anterior la final de la Copa de la UEFA, pero que duró hasta la vigesimotercera jornada. Fue entonces Pepe Mauri, leyenda del club, quien de la secretaría técnica pasó a comandar al equipo, durante solo cinco jornadas. Se hizo cargo Raúl Longhi durante un partido, el Oviedo-Espanyol, debido a que Mauri tuvo que ser hospitalizado por fuertes dolores en los riñones. Y ya no volvería al banquillo, que hasta final de temporada asumió el triunvirato formado por José María García de Andoin, Ángel ‘Pichi’ Alonso y el propio Longhi.
En estas tres últimas décadas sí hubo temporadas de tres entrenadores. Circunstancialmente lo fue la 2012-13, ya que entre Mauricio Pochettino y Javier Aguirre estuvo de nuevo Longhi dirigiendo un encuentro de la Copa del Rey, y especialmente tortuosa la 2008-09, con Bartolomé Márquez, José Manuel Esnal ‘Mané’ y el propio Pochettino. Pero también sucedió en la 2002-03 (Juande Ramos, Ramon Moya y Clemente), la 1998-99 (Paco Flores en la Intertoto, más Marcelo Bielsa y Miguel Ángel Brindisi), la 1996-97 (Pepe Carcelén, Vicente Miera y Flores) y la 1991-92 (Ljubomir Petrovic, Jaume Sabaté y Clemente).
Aquel Espanyol de la 1988-89 acabó descendiendo solo un año después de haber rozado la gloria europea, aunque no terminó último sino decimoséptimo, y disputó una funesta promoción ante el Mallorca. El actual buscará con Francisco Joaquín Pérez Rufete como interino el milagro de la permanencia que no consiguieron David Gallego, Pablo Machín ni Abelardo Fernández.