Hermel: "El destino de Zidane ha sido algo casi sobrenatural"
Frédéric Hermel es el periodista más cercano a Zizou. El colaborador de AS lleva 19 años 'pegado' a él en Madrid y lo ha plasmado en 'Zidane' (Espasa), la biografía definitiva del genio.
Ganarse la confianza de Zinedine Zidane no es sencillo y Frédéric Hermel (Arrás, 3-2-1970) puede presumir de haberlo logrado desde el periodismo. Sus casi dos décadas siguiendo el día a día en Madrid del gran ídolo francés como corresponsal de L'Èquipe y RMC y colaborador de AS le han permitido construir una relación con el genio que florece en 'Zidane' (Espasa), la biografía definitiva sobre el técnico madridista que sale hoy a la venta en España.
Quién mejor para contar la historia de Zidane que alguien que se ha pasado media vida 'pegado' a Zizou...
En julio hará 19 años que lo conozco. A mí Zidane me cambió la vida. Yo era un periodista de información general y de un día para otro mi vida pasó a estar enfocada no el fútbol, tampoco en el Real Madrid… estaba enfocada sólo en Zidane. Durante años viví pegado a él, una gran presión. Estaba obsesionado con Zidane. Soñaba con él por lo menos una vez a la semana…
Hablamos de una superestrella muy celosa de su intimidad. ¿Cómo regateó esa defensa?
Con tiempo. Ser francés, periodista, en Madrid y durante tantos años. Luego está la confianza. Yo nunca voy a decir que soy amigo de Zidane, ni él lo va a decir de mí. Pero hemos creado una pequeña distancia que le permite ser entrenador delante de un periodista y a mí ser periodista ante un entrenador. No me considero parte de su núcleo cercano, pero sí el periodista más cercano a él. Nuestra relación es de cariño, mucho cariño. Le quiero mucho y creo que él también a mí.
El libro está basado en años de conversaciones off the record, donde se desnuda mejor a un icono. Zinedine es...
Es muy, muy normal. Yo diría que hasta casi banal. Tiene dos hijos en el Liceo Francés y va a las reuniones de padres... Va a la compra con ellos. Con su familia no ha sido nunca una estrella y logré que conmigo tampoco. Somos Zizou y Fred.
¿Es Véronique Zidane tan importante en la vida del genio?
Su mujer es su faro, su guía. Él dice que "sin Veronique no hay Zizou". Si no se ha vuelto loco por todo lo que le ha pasado, es por ella. En España no se entiende la dimensión que tiene Zidane en Francia. El 12 de julio de 1998 se proyectó su retrato con rayos láser sobre el Arco del Triunfo, el símbolo de la patria. Se gritaba '¡Zidane, presidente!'. ¿Cómo no enloquecer? Aquella final del Mundial le hizo dos goles a Brasil en el Stade de France. Es que 44 años antes, muy cerca de ese estadio, el padre de Zidane, inmigrante y pobre, trabajaba en una obra y dormía en un edificio en construcción durante el invierno más frío de la historia del país... Es un destino casi sobrenatural.
Zidane no tiene flor, tiene estrella.
Es casi un personaje de novela. ¡Si no quería ser entrenador y ha terminado ganando tres Champions seguidas con el Madrid! Zidane tiene una vida espiritual muy fuerte. "Sé que no soy una persona normal, hay una estrella ahí arriba que me protege", me dijo una vez. Pero ojo, la estrella trabaja mucho para que le proteja esa estrella.
¿El mito de ser un alineador está al fin superado?
Si hay un entrenador que trabaja y no hace publicidad de ello, ése es Zizou. Hay otros como Mourinho y Guardiola que escenifican su trabajo. Lo cuentan como si fuera una película en la que además son los protagonistas. Zidane no lo hace porque no es su carácter, porque sabe que el futbolista es más importante que el entrenador y porque no quiere darle armas al rival. No quiere explicar cómo trabaja por eso. Prefiere que sus métodos estén en secreto. Y que nadie olvide que se sacó el título de entrenador por la vía larga. Tardó tres años en Francia cuando podía haber hecho el curso de un año en España. Lo hizo así porque quería aprender. La gente no lo ve, pero Zizou es un tío muy estudioso. Muy italiano, lo planifica todo muchísimo. Y ama a sus jugadores. Lo que más le ha gustado en la vuelta al fútbol no es tener cinco cambios, es poder tener a todos en el banquillo. Le duele dejarlos fuera de una convocatoria. Un día me confesó que le dolía dejar fuera a Kovacic y Nacho cuando venían de entrenar una semana de fábula… Lo más paradójico es que él nunca fue suplente como futbolista.
¿La culminación de su carrera será dirigir a Francia?
Eso llegará. Lo será. Por una razón muy simple, si quiere le quedan 25 años como entrenador. Es que sólo lleva cuatro años entrenando, es casi un debutante. Tiene un palmarés que el resto casi ni puede soñar y es evidente que será entrenador de Francia. Mi teoría y lo desarrollo en el libro, es que Zidane va a ser más grande como entrenador que como futbolista. Estoy convencido.
Volvamos al libro y a su gestación. ¿El protagonista bendijo el proyecto?
Le cuento exactamente cómo fue. Es noviembre de 2018 y quedo con él. Tomamos un aperitivo y le digo que había llegado el momento para mí de escribir su biografía. No le estaba pidiendo la autorización, le estaba informando, y a Zidane le pareció muy bien. Hablé con gente de su entorno que no había dado nunca una entrevista, me fui dos días a Nápoles a ver a Ancelotti para que me contara cosas de él... Sobre todo tenía mis recuerdos, de muchísimos años, así que también investigué en mi memoria. Él nunca me pidió nada y en la parte final me ayudó con detalles que necesitaba saber. De hecho, leyó el libro cuando estaba ya escrito. Se lo di en mano en Valdebebas, lo leyó y le gustó mucho. Me felicitó por el estilo, me dijo que estaba muy bien escrito, eso me emocionó muchísimo.
¿Se ve dentro de treinta años, los dos ancianos, compartiendo batallitas con Zizou?
Sería la bonita guinda a una gran historia (rie). Dos franceses en Madrid con una garrota y contándonos cosas. Soy el contador del destino de Zidane. Un día se lo dije a él. “¿Sabes por qué soy la persona adecuada para escribir este libro? Porque estoy lo bastante cerca de tí, pero a la vez lo bastante alejado para tener una perspectiva”. Él también lo ve así. Es lo construido con tantos y tantos años de confianza mutua.