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BARCELONA

Cuando Messi lloró en Nervión

Pese a que le ha metido 37 goles en 38 partidos al Sevilla, el argentino derramó lágrimas en los vestuarios del Sánchez Pizjuán cuando el Barça cayó en los octavos de la Copa de 2010.

Messi, el martes en el Camp Nou.
Alex CaparrosGetty Images

A Messi le gusta jugar en Sevilla. En el Villamarín hasta han aplaudido alguna de sus exhibiciones (un caño a Guardado, una vaselina a Pau). En el Sánchez Pizjuán le han pitado hasta decir basta y hasta han reprochado a sus jugadores que en alguna ocasión le hayan puesto alfombra roja. Pero le respetan tanto como dicen sus números. Messi le ha marcado 37 goles en 38 partidos al Sevillla. Algunos para el recuerdo. Una volea espectacular en la temporada 2008-09, aquella sutil vaselina a Palop después de un caño a Spahic en 2012. El Sánchez Pizjuán es uno de los campos preferidos de Piqué por el ambiente. Pero a Messi también le ha gustado siempre. En silencio será distinto.

Se recuerda mucho que Messi es el ogro del Sevilla. Pero se recuerda menos, ya han pasado diez años, que el vestuario del Sánchez Pizjuán es uno de los primeros lugares sagrados en los que el argentino derramó lágrimas. El Barça de Guardiola, que venía de ganar el Sextete en 2009, fue eliminado en Sevilla por primera vez desde que el de Santpedor era entrenador del equipo azulgrana. El Barça había perdido 1-2 en la ida y en la vueta Guardiola metió toda la artillería. Pero no fue suficiente. Sólo ganó 0-1. Palop fue el héroe aquella noche en la que nació la leyenda de la Copa del sombero que acabaría ganando el Sevilla de Antonio Álvarez (aunque a la final quien lo había llevado era Manolo Jiménez). A Messi se lo encontraron entre lágrimas en el vestuario. Tal vez era consciente de que aquel equipo era prácticamente imbatible y que cada título que se escapaba era una oportunidad perdida.

Además de sus espectaculares cifras ante el Sevilla, Messi está a punto de derribar otra barrera histórica, la de los 700 goles en su carrera. El argentino ha marcado 629 goles en 720 partidos con el Barça y 70 tantos en 138 choques con Argentina. Está, pues, en 699 goles. De los mismos, ha marcado 440 en LaLiga en 476 partidos, una increíble media de 0,92 goles por partido. A casi un gol por partido en Liga, a casi un gol por partido contra el Sevilla, es posible que todos estén pensando lo mismo. Pero Messi también ha llorado en Nervión.