Sergio González: "No estoy contento con la última media hora"
El técnico del Real Valladolid tildó el punto de "muy valioso", aunque reconoció estar "cabreado" por los errores de concentración.
El Real Valladolid sufrió para cosechar ante el Celta un empate que le mantiene mantenerse firme en la lucha por huir de la zona baja. Su entrenador, Sergio González, valoró el punto como "muy valioso", aunque sin obviar la su descontento con cómo su equipo acabó el partido. "Lo más importante es el punto, aunque no estoy contento con la última media hora. Nos ha faltado personalidad para crear peligro; defensivamente hemos estado correctos, pero con balón nos ha faltado temple, combinaciones y movimientos", analizó.
Lo realizado durante la primera mitad sí le causó mayor satisfacción, ya que en ese periodo se cumplió con lo preestablecido: "En los primeros 35 minutos fuemos el equipo que queríamos ser. Necesitábamos atraparlos por dentro para acabar por fuera y hemos tenido profundidad hasta los diez últimos minutos, que han estado más equilibrados. Después, nos hemos intentado recuperar con los cambios, pero no hemos estado acertados, porque no hemos conseguido recuperarnos de su posesión".
Sergio incidió en la disconformidad con ese tramo final, empezando la crítica por sí mismo. "No hemos sido capaces de entrar al área y de hacer las percusiones que pensábamos. No hemos conseguido el objetivo que teníamos, que era intentar que corrieran hacia atrás, pero el principal culpable soy yo", aseveró rotundo. Aunque las entradas de Hervías, Waldo y Ben Arfa no surtieron efecto, sí valoró positivamente la de San Emeterio porque otorgó "músculo y contención".
No existió conformismo, o no en el plan, puesto que, como recalcó el técnico, varias de las sustituciones fueron para buscar algo más en ataque, caso de Ben Arfa, con quien buscó "fútbol por delante de los pivotes de contención" e igualar la partida en esa zona y en las dos alas, con Hervías y Waldo buscando "profundidad". "Ha podido faltar personalidad, pero no ambición", algo que, no obstante, cree que deben "corregir" con respecto a como el equipo jugó contra el Leganés, donde "estuvieron bien todas las líneas".
El punto cosechado finalmente lleva la firma de Masip, que detuvo el penalti a Iago Aspas e intervino de forma meritoria en varias ocasiones más en esa segunda mitad más floja. "Nos ha dado muchísimo todo el año y ha vuelto a aparecer. Nos ha ayudado mucho a que el botín del punto fuera posible, porque en los últimos 20-30 minutos hemos sufrido, aunque su única acción de mérito fue la de Iago Aspas al palo largo, el resto fue en errores de concentración como en el córner o la jugada previa. Eso es algo que no nos puede pasar y es lo que me hace estar cabreado a pesar del punto", reconoció para concluir.