El Betis intentó fichar a Emery y sigue tentando a Marcelino
Rubi sigue en el cargo porque no se le quiere abonar todo el finiquito. El vasco aguarda otras propuestas y la plantilla actual no está hecha a medida del asturiano.
Hierven las oficinas de Heliópolis pero no se toma ninguna determinación inmediata sobre Rubi a pesar de que lo único que mantiene al técnico catalán en el Betis es que no se le quiere pagar el finiquito. Tal y como publicaba As, tras el agónico empate ante el Granada la cúpula dirigente del club verdiblanco se reunió para debatir un cambio en el banquillo que no ha llegado solamente por un tema económico: con contrato hasta 2022, ahora mismo habría que abonar varios millones de euros para poder prescindir del actual entrenador.
Alrededor de cinco millones, como mínimo, cuesta en estos momentos el despido de Rubi, al que hace semanas que se busca un sustituto. Para darle una vuelta de tuerca a todo e intentar contentar a la afición se contactó, entre otros, con Unai Emery. Pero el entrenador guipuzcoano, que salió del Arsenal hace unos meses, declinó de momento la oferta de dirigir a una plantilla que no está hecha a su medida y en mitad de una temporada además. Aguarda otras propuestas para la próxima campaña.
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Otro de los que el Betis ha intentado contratar, y lo seguirá intentando, es Marcelino García Toral. El asturiano tiene un alto caché económico y también pediría que se le hiciera una plantilla apta para el fútbol de agresividad atrás, contención, toque rápido y contragolpe que suelen practicar sus equipos. El actual elenco heliopolitano no tiene nada que ver con esa idea de balompié, por lo que habría que realizar una remodelación profunda. Y para eso no va a llegar el dinero en el Benito Villamarín.