El otro examen de Giménez
El uruguayo ha jugado dos partidos completos con el Atlético por primera vez en 2020. Se le vio entonado y ahora pasa una nueva prueba: responder a la exigencia física del calendario.
La reanudación de la Liga devolvió a Giménez un puesto en el once que no disfrutaba desde hacía casi medio año. La ausencia de Felipe le ha permitido formar pareja con Savic y el uruguayo disputó en Bilbao su primer partido completo desde el 4 de enero (Levante). Y en Pamplona jugó el segundo consecutivo, algo que desde octubre ha sido casi excepcional y no había ocurrido en 2020. Y así con partidos cada tres días para el equipo. La exigencia física pone de nuevo a prueba a Josema.
El Atlético apenas había podido disfrutar de Giménez en 2020. Empezó jugando aquel partido ante el Levante y luego vino la Supercopa en Arabia. Unas molestias le dejaron fuera de la semifinal ante el Barça y luego sí fue titular en la final, pero en la prórroga fue sustituido. A la vuelta a España se le diagnosticó un “edema muscular en la pierna izquierda” que le dejó fuera de los cinco siguientes partidos.
Cuando volvió, el tándem Savic-Felipe estaba muy asentado, así que no tuvo oportunidades. Además, unas molestias en la rodilla le impidieron viajar a Cornellà. Fue poca cosa y en Anfield sí que disfrutó de 15 minutos, los únicos que había jugado desde la Supercopa hasta los de este domingo en San Mamés.
Sí acabó 2019 disputando los dos últimos partidos (Osasuna y Betis), una vez recuperado de una lesión muscular en octubre que le dejó al margen durante mes y medio. Es decir que desde el primer tramo de competición, Giménez no ha podido asentarse en el once y enlazar varios partidos seguidos.
Ahora la Liga viene con un ritmo trepidante que invita a Simeone a hacer rotaciones en cada partido. A la espera de que Felipe, que se recupera de una dolencia muscular, esté al 100%, Giménez debe responder a este reto. El Atlético lo necesita y él, aún más.